Advierten del riesgo de transmisión de enfermedades por la picadura de garrapatas en Galicia

Una tesis doctoral realizada en la Facultad de Veterinaria de Lugo muestra que la probabilidad de contagio de dolencias como la borreliosis a las personas por las garrapatas es elevada. Recogemos algunas medidas de prevención para reducir los riesgos

Advierten del riesgo de transmisión de enfermedades por la picadura de garrapatas en Galicia

La investigadora Susana Remesar junto con sus directores de tesis.

La probabilidad de que las personas adquieran ciertas enfermedades transmitidas por garrapatas, especialmente en el caso de la borreliosis y rickettsiosis, es «elevada» en el noroeste de España. Así lo recoge la tesis de doctorado que presentó, en la Facultad de Veterinaria del campus de Lugo, la investigadora Susana Remesar Alonso, del grupo de Investigación Sanidad Animal Galicia (Invesaga), coordinado por el catedrático Pablo Díez Baños.

La investigación fue publicada bajo el título «Dinámica de poblaciones de las garrapatas exófilas en el noroeste de España y su papel como vectores de agentes infectoparasitarios de importancia veterinaria y médica». El trabajo constituye uno de los estudios más amplios de los realizados hasta la fecha en Galicia y en el conjunto de la península Ibérica respeto de los patógenos que pueden transmitir las garrapatas.

En el estudio recogieron 7.000 garrapatas en zonas de costa, montaña y meseta de Galicia a lo largo de 2 años

En el estudio, dirigido por los profesores de la USC Patrocinio Morrondo Pelayo, Pablo Díaz Fernández y Gonzalo Fernández Rodríguez, se recogieron 7.000 garrapatas, cuya identificación morfológica específica se desarrolló mediante técnicas de biología molecular. En concreto, los ejemplares los capturaron en zonas de costa, montaña y meseta de Galicia a lo largo de 2 años.

‘Ixodes frontalis’, la especie más abundante

De estas muestras, la investigadora consiguió identificar 5 especies de garrapatas, de las que la ‘Ixodes ricinus’ es la más habitual (99,2%) dado que las características de Galicia, con montes caducifolios, son ambientes idóneos para ella, como explican desde el equipo de profesionales que dirigió el trabajo. Junto a esta especie también detectaron ‘Dermacentor marginatus’ (0,3%), ‘Dermacentor reticulatus’ (0,2%), ‘Ixodes frontalis’ (0,2%) e ‘Ixodes acuminatus’ (0,01%).

La ‘Ixodes ricinus’ fue la única garrapata que consiguieron detectar en todos los estadios de desarrollo y encontraron gran cantidad de ninfas, el estadio previo a convertirse en adultos. Las distintas técnicas de biología molecular permitieron además detectar en esta especie distintos patógenos. Los más prevalentes fueron ‘Rickettsia spp’ (presente en un 20,7% de las garrapatas) y ‘Borrelia spp’ (12,1%). Mientras que otros patógenos como ‘Babesia spp’, ‘Anaplasma spp’ y ‘Theileria spp’, fueron inferiores al 2%.

Enfermedades detectadas

La investigación y el análisis de las garrapatas permitió detectar las enfermedades que pueden transmitir, algunas de ellas también a las personas. Así, Remesar comprobó que las garraptas eran portadoras de ‘Babesia venatorum’ y ‘Babesia microti’, que resultaron variantes que pueden contagiar enfermedades a las personas.

Además, la investigadora detectó 6 genoespecies de Borrelia que se pueden transmitir a los humanos. En contreto se trata de 5 del grupo B. burgdorferi sensu lato, relacionadas con la enfermedad de Lyme y una del grupo de las fiebres recurrentes (B. Miyamotoi). El trabajo determinó también que tanto la presencia de ‘B. Burgorferi s.l.’ como ‘Rickettsia spp’ fueron muy superiores en las especies I. Ricinus procedentes de la montaña y de la costa.

Las enfermedades derivadas de la picadura de la garrapata tienen síntomas inespecíficos que hacen que se confundan con una gripe

Remesar comprobó también que un pequeño porcentaje de las garrapatas de las especiess I. Ricinus e I. Frontalis estaban infectadas con Anaplasmae phagocytophilum, una de las enfermedades que suele afectar al ganado y que también puede contagiarse de animales a humanos, pudiendo generar enfermedades graves. Sin embargo, las variantes que se detectaron no suelen pasar a las personas.

Los principales riesgos para las personas vienen asociadas tanto a Rickettsiosis como Borreliosis y se trata de enfermedades que «presentan síntomas muy inespecíficos que pueden ser fácilmente confundidos con otras patologías comunes como una gripe», explica Patrocinio Morrondo, una de las profesoras encargadas de dirigir la tesis.

Precisamente, algunos de los síntomas más recurrentes son la fiebre, dolores musculares, sarpullido y en algunos casos una pequeña inflamación en el lugar de la picadura, pero que no siempre se llega a producir. Esto provoca que sea también más difícil diagnosticar las enfermedades aunque los síntomas pueden ser más graves que los de una gripe y prolongarse en el tiempo.

Recomendaciones para reducir los riesgos de contagio

Los resultados de la investigación de Remesar inciden en la necesidad de aumentar la concienciación de la población respeto de los riesgos que pueden suponer para la salud humana las picaduras de garrapatas. Recogemos a continuación algunas recomendaciones básicas para reducir los riesgos ofrecidas desde el equipo de coordinación de la investigación.

-Extremar las precauciones en zonas de montaña de abundante vegetación en las épocas de mayor riesgo: la primavera, comienzo del verano y en el inicio del otoño.

-Emplear ropa que cubra brazos y piernas cuando se está en zonas de vegetación donde pueda haber garrapatas.

-Utilizar calzado cerrado o meter el pantalón por dentro de los calcetines para evitar que se introduzcan las garrapatas.

-Una vez en casa, quitar la ropa con la que se estuvo en el monte en un único punto, para evitar propagar las garrapatas por distintas zonas.

-Revisar la ropa y el cuerpo para detectar rápidamente la presencia de garrapatas.

-Emplear acaricidas a modo de repelente como se utiliza con los mosquitos cuando se acude a zonas donde puede haber garrapatas.

Una vez detectada la picadura de la garrapata:

-Es preciso extraer la garrapata con unas pinzas y asegurarse de retirar la garrapata en su totalidad, incluyendo la cabeza. En el caso de tener dudas de cómo hacerlo es recomendable acudir al centro médico para que procedan a retirársela.

-Es aconsejable guardar la garrapata para poder analizar si es portadora de enfermedades.

-Acudir al centro médico para que el especialista valore la situación y pueda estimar un protocolo de actuación y vigilancia si lo considera preciso.

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