Español
Pedrafita do Cebreiro ha vuelto a celebrar un año más una subasta concurrida y con buenos resultados. La Asociación de Criadores de Rubia Gallega (Acruga) presentaba en su mercado ganadero seis novillas preñadas procedentes del centro de recría de la granja Gayoso Castro, de la Deputación de Lugo, con un precio de salida de 1.800 euros. Los animales se adjudicaron finalmente a un precio medio de 2.075 euros, cinco euros más que en la primera subasta del año, celebrada el pasado mes en Becerreá.
Las mayores cotizaciones fueron para dos novillas, preñadas ambas de seis meses y medio, que se adjudicaron a ganaderos de Lalín y del propio concello de Pedrafita a 2.250 euros cada una. Hubo un ganadero de Monforte que se hizo con otras dos reses de la subasta y las dos restantes fueron para compradores locales. Todos ellos contaron con el apoyo de Caixa Rural Galega, que concede una ayuda de 200 euros por la compra de cada animal.
El presidente de la Asociación de Criadores de Raza Rubia Gallega, César Dorado, se mostró satisfecho con el resultado de la subasta, que «viene a demostrar que la demanda de la raza Rubia Gallega es cada vez mayor».
Granxa Gayoso Castro
Las reses que Acruga lleva a las subastas, como la que ayer se celebró en Pedrafita, proceden del rebaño de élite de la granja Gayoso Castro, donde son seleccionadas por sus cualidades genéticas, productoras y morfológicas. Se trata, además, de ejemplares con todas las garantías sanitarias y para los que se cuida al máximo aspectos de la crianza como la alimentación.
En este sentido, el responsable de Medio Rural de la Deputación, Lino Rodríguez, presente en la subasta, le recordó a los ganaderos como «en el centro de recría se alimenta a las novillas con una mezcla especial a base de silo de maíz, girasol y heno, una ración que complementa al pastoreo”.
Junto al responsable de Medio Rural de la Deputación, estuvieron otras autoridades, como el alcalde de Pedrafita do Cebreiro, José Luis Raposo, quien lleva años apoyando la celebración de subastas de Acruga en su localidad en abril y septiembre, y el subdelegado del Gobierno en Lugo, Ramón Carballo.
