La montaña gallega demanda «medidas reales» frente a la sequía y los incendios

Millares de ganaderos de las zonas orientales de Lugo y Ourense participan en Santiago en una movilización de UniónsAgrarias en la que se emplazó a la Xunta a ofrecer soluciones, en lugar de "ayudas virtuales"

La montaña gallega demanda «medidas reales» frente a la sequía y los incendios

Miles de ganaderos se dieron cita hoy en Santiago en una protesta que fue precedida por cuatro tractores.

Los ganaderos de las zonas más castigadas por la sequía y los incendios se han movilizado esta mañana en Santiago en una manifestación convocada por Unións Agrarias. El acto congregó a millares de productores, que demandaron de la Xunta «medidas reales» para enfrentar las dificultades. Tuvieron especial protagonismo en la protesta las zonas de la montaña oriental de Lugo y Ourense, afectadas por heladas, sequía e incendios, si bien hubo también productores de otras comarcas, como el Xurés, sur de Lugo y representación de áreas vitícolas.

Al inicio de la marcha, que discurrió entre la Alameda compostelana y la Consellería de Medio Rural, el secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, resumía la situación: «Donde más falta nos hacen los pocos ganaderos que quedan es en las zonas de montaña de Ourense y Lugo. Si ante una situación en la que golpeó la helada, golpeó la sequía y golpeó el fuego, no ayudamos a quienes son valientes por seguir adelante, no es creíble que este Gobierno tenga voluntad de luchar por el rural. La Xunta tiene que dar soluciones», reclamó García.

Las ayudas anunciadas por la Xunta para enfrentar sequía e incendios son consideradas insuficientes por los productores, que demandan «medidas reales». «Todos vosotros sabéis qué está pasando y las ayudas virtuales que está anunciando la Xunta» -expuso García en su discurso al final de la movilización-. «Esas ayudas nunca tuvieron el objetivo de llegar a vuestros bolsillos, sino de aparentar ante la sociedad que son sensibles a los problemas del rural».

Numerosos carteles alusivos a la sequía acompañaron la marcha de la manifestación.

Numerosos carteles alusivos a la sequía acompañaron la marcha de la manifestación.

Ayudas
Unións critica que las ayudas sólo cubran aspectos relacionados con cuestiones como pozos y bebederos. Advierte además de que la burocracia inviabiliza buena parte de los posibles apoyos. Entre los productores que participaron en la marcha, el sentimiento sobre las ayudas era similar. «¿Ayudas?, ¿dónde están?. Me da la risa con ellas. Lo que necesitamos son ayudas para alimentar las vacas. Las vacas no tienen que comer, hay que llevarles agua y ya no tenemos ni agua. Cereal no hubo porque la helada arrasó con todo y hierba cogimos un 70% menos. Un desastre», resume José Ramón Ballesteros, un ganadero de A Mezquita (Ourense).

«Necesitamos ayudas para alimentar a las vacas porque no tienen que comer» (José Ramón Ballesteros, ganadero de A Mezquita)

«El año pasado cogimos 530 rollos de hierba y este año 130. En centeno, el que sembró unos 800 kilos, cogió ciento y pico, no recuperó ni la semilla» -detalla José Ramón-. «Este año está siendo muy difícil. Precisamos liquidez porque si no, vamos a tener que vender parte de las vacas para alimentar las otras» -cuenta el productor, que se incorporó en el 2003 a una explotación de vacuno de carne en la que maneja en la actualidad unas 50 vacas madre en algo más de 80 hectáreas.- «Hay bastante gente joven incorporada en nuestra zona, pero si no cambia la situación, no tenemos futuro ninguno».

Ganaderos de los Ancares en la movilización.

Ganaderos de los Ancares en la movilización.

Ancares e incendios
Otras comarcas, como los Ancares, describen una situación similar, muy agravada allí por los incendios de octubre. «Cogimos para el invierno la mitad de forraje de un año normal a causa de la sequía. Con los incendios, por el momento sólo tuvimos la solución de los ganaderos que se solidarizaron con nosotros. Las perspectivas que tenemos son de ruina total si el Gobierno no toma medidas», explica Hugo López, un ganadero joven de Donís (Cervantes) que vio como en octubre se quemaba todo el monte de varas en el que pastaba su ganado.

«Todo el monte de varas en el que pastaba mi ganado se quemó. Si no puedo llevar las vacas al monte, es la ruína» (Hugo López, ganadero de Cervantes)

La incertidumbre ahora es grande, pues la legislación prohíbe -salvo excepciones- que los animales puedan pastar en terreno quemado, con el problema añadido de que los productores perderían las ayudas de la PAC. «Si no podemos echar las vacas al monte, no tenemos cómo mantenerlas ni posibilidades de sobrevivir», explica Hugo, que maneja un rebaño de unas 30 vacas, la mayoría de raza asturiana.

Desde Unións reclaman que no se criminalice a los ganaderos. «Si no hay ayudas ni soluciones, al menos que no haya persecución» -plantea Roberto García.- «La limpieza del monte es importante para la prevención de incendios, pero hay que comenzar por permitirle a los ganaderos que tengan vacas, ovejas y cabras que puedan llevarlas a los montes, no prohibirles la utilización, como está haciendo la Xunta. En Asturias es posible», compara. Medio Rural se comprometió a estudiar el problema de los pastos quemados, pero por el momento no existen soluciones en firme.

María Páez, ganadera de vacuno de carne de Viana do Bolo (Ourense).

María Páez, ganadera de vacuno de carne de Viana do Bolo (Ourense).

«Están truncando la ilusión de muchos ganaderos que, como yo, optaron por quedarse en un sitio donde ahora es inviable vivir»

La sequía se presenta como el gran problema. El oriente de Ourense es de las zonas más afectadas, hasta el punto de que pancartas y carteles aludían en la movilización a concellos como A Gudiña, A Veiga o Viana do Bolo como «zona cero de la sequía».

«Cuando vamos a recoger nuestro forraje, no lo tenemos; cuando vamos a recoger nuestro centeno, no lo hay; cuando queremos recoger nuestra miel, cogemos madera, las alzas de las colmenas, porque miel no hay. Pero no llegó con eso. Cuando teníamos que recoger castañas, las castañas no existieron. Hay familias enteras que viven de las castañas y este año, en lugar de coger 24.000 kilos, tienen 4.000, y con 4.000 euros no se vive, señora conselleira». Quien así resume la situación en la zona oriental de Ourense es María Páez, ganadera de vacuno de carne y responsable de Unións Agrarias en la comarca, que habló al final de la movilización ante los productores.

«Hay familias enteras que viven de la castaña y que este año, en lugar de recoger 24.000 kilos, se quedaron en 4.000»

«Yo soy una ganadera de carne, señora conselleira, y le vengo a decir lo que representan mis amigos, mis compañeros, otros ganaderos que, como yo, optaron por quedarse en un sitio donde ahora es inviable vivir. Ahora no podemos sostener lo que tenemos. Yo no puedo darle de comer a mis vacas porque mis vacas este mes tenían que estar pastando y les estoy dando el forraje que recogí para el invierno. Toda nuestra ilusión nos la está truncando una señora como usted y el señor presidente, que dijo que esta era la legislatura del rural y que está vendiendo unas ayudas mentirosas», criticó.

La movilización concluyó con un llamamiento a mantener la lucha hasta conseguir soluciones. «Tengamos dignidad y luchemos. Yo soy de A Mezquita, el último rincón de Ourense, y os digo que hay futuro y que tenemos que tener dignidad para luchar por el futuro», animó José Ramón González, responsable de Ganadería de carne de Unións Agrarias.

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