“La mejora genética en vacuno de carne es una gran asignatura pendiente”

Entrevistamos a Francisco Manuel Penabad Pita, propietario junto a su esposa, María del Carmen, de Granxa Caxigueira, en Ortigueira (A Coruña). Fueron un referente en Galicia en genética en vacuno de leche y desde hace diez años lo son en vacuno de carne, con una de las pocas ganaderías orientadas casi en exclusiva a la venta para vida.

“La mejora genética en vacuno de carne es una gran asignatura pendiente”

Francisco Manuel Penabad Pita, propietario junto a su esposa, María del Carmen, de Granxa Caxigueira

“Granxa Caxigueira” es todo un referente en Galicia en genética en ganado vacuno. Sus propietarios, Francisco Manuel y María del Carmen, son un matrimonio que vive con pasión el mundo de la ganadería. Comenzaron en el año 1982 con una pequeña explotación de vacuno de leche y en sus casi 30 años de actividad fueron un referente para el mundo del frisón en España, con 8 vacas EX y 94 MB, de entre las que merece mención especial Agrortegal Galletera Juror 5 EX 5* M.O.. También recibieron el título de Maestro Criador en Silleda en el año 2005 y fueron merecedores de la Insignia de Oro Fefriga 2012.

Desde hace diez años reorientaron la producción hacia vacuno de carne de alta genética, especializándose en la raza Blonda de Aquitania, cosechando ya varios premios a nivel español.

¿Como te iniciaste en la ganadería de vacuno de carne?
Desde muy joven me gustaba el rural y los animales, tanto las vacas como los caballos, que en esta comarca del Ortegal se tuvieron en el monte desde siempre. Cuando me casé tuvimos la oportunidad de poner en marcha una explotación ganadera en una propiedad de mis suegros. Fue así como empezamos con 8 vacas de leche en el año 1982 y poco a poco fuimos creciendo.

Para eso tuvimos una ayuda inestimable de la Agencia de Desarrollo Ganadero, que entonces dependía del Ministerio de Agricultura, y que nos ayudó mucho a mejorar en el manejo y en la gestión de los pastos, y fue así como llegamos a tener una ganadería con 60 vacas de leche con una alta genética. Esta ganadería fue nuestro modo de vida hasta hace diez años, cuando por la falta de relevo generacional en la explotación, decidimos pasarnos a vacuno de carne, al ser menos exigente en mano de obra y de más fácil manejo.

Ahora mismo tenemos 174 cabezas, de las que unas 100 son madres. También tengo 15 caballos gallegos y un pequeño rebaño de ovejas y cabras para limpiar los terrenos alrededor de la explotación que están en pendiente y con difícil acceso. Por dos veces nos pasó que el fuego casi nos llega hasta el pie de la explotación, y con este rebaño tenemos controlada la maleza, de forma que se llegase un incendio, no ardería o de hacerlo se daría apagado sin problema.

La base territorial de la ganadería la fuimos ampliando con el paso de los años, comprándole tierra o alquilando a gente que abandonaba la actividad, y hoy trabajamos 140 hectáreas, de las que 70 son en propiedad y el resto alquiladas.

¿Por que apostaste por la raza Blonda? ¿Que ventajas le viste a esta raza francesa?
Tuve antes otras razas y empecé con ella sobre todo por la facilidad de parto y por el excelente desarrollo de los animales, con un índice de conversión muy bueno. Es una raza selecta, que ya tiene un camino recorrido desde hace décadas, y eso supone una ventaja muy importante para el ganadero.

¿Como es el manejo en tu explotación? ¿Están fuera las vacas todo el año?
Es un sistema de pastoreo en intensivo, de forma que las vacas están fuera día y noche todo el año, excepto en invierno, época en la que las vacas paridas y las crías pequeñas las recogemos en las establos que conservamos de cuando teníamos vacas de leche. Así también evitamos que erosionen los prados y además hacemos algo de abono y de purín.

La alimentación de las vacas es en exclusiva a base de pasto y silo de hierba, nada más. Las fincas las tenemos divididas en parcelas de entre 1,5 y 2 hectáreas y hacemos pastoreo rotacional.

Los becerros permanecen con las madres en los prados hasta los 7 meses, momento en el que los destetamos y los cebamos durante 3 meses a base de concentrado, silo de hierba y paja de cebada. El concentrado y la paja es el único alimento que compramos.

Cada explotación ganadera se tiene que adaptar a su medio, y aquí en la zona de Ortigueira es difícil hacer heno de calidad, porque tenemos humedad y “orballadas” casi todo el año, lo que sin embargo nos permite tener pastos verdes incluso durante el verano, y esa es nuestra principal fortaleza.

Las praderas son el principal pilar de tu ganadería. ¿Como es el manejo que haces del pasto?
Como dije, hago pastoreo rotacional e intento evitar al máximo la erosión, porque estamos en una zona con bastantes pendientes. Pero si se hace un pastoreo racional, se abona y se encala cuando es necesario, y se le da tiempo para que se regenere, la pradera puede durar muchos años. De hecho, nuestras praderas tienen más de 20 años y desde entonces no fueron renovadas.

Cuidamos eso sí la fertilidad del suelo, de forma que hacemos analíticas periódicas de la tierra y complementamos con un abonado mineral, además del encalado, para corregir las deficiencias que pueda haber. El purín lo guardamos para los prados que dejamos para ensilar.

En cuanto a la especie, son praderas monofitas de raigrás inglés tardío, que al espigar tarde, nos permite ensilar a finales de mayo o comienzos de junio, cuando en esta zona ya llueve menos.

Desde que no tenemos vacas de leche no hacemos analíticas del silo de hierba, pero por entonces teníamos entre un 15 y un 16% de proteína y un 37% de materia seca, y esos porcentajes no deberían haber variado mucho porque el manejo es lo mismo.

“El manejo lo es todo en una ganadería”

Eres una de las pocas ganaderías de vacuno de carne en Galicia especializadas únicamente en la venta de genética. ¿Como es el manejo que haces de la recría?
Tengo una explotación de alta genética y puedo decir que un 80% de los becerros los vendo para vida, para toros y para hembras, tanto para Galicia como para fuera. No obstante, marco todo con el sello de la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega Calidad Suprema.

En cuanto al manejo, creo que en una explotación lo es todo, es el quid de una buena ganadería. Una vez que se destetan, los becerros y las terneras pasan para una cuadra, donde les damos concentrado, paja y silo de hierba a la mañana y a la noche. Los establos tienen cornadiza y todos los días paso a acariciarlas para que se vayan amansando.

Así, a parte de las blondies, tengo 6 vacas Frieiresas y puedes tocarle perfectamente. Incluso cuando vino a grabar aquí el programa Larpeiros de la TVG el reportero se acercó a una de ellas y le puso una gorra en la cabeza sin problema ninguno.

La alimentación también es clave para que las becerras lleguen a ser buenas vacas en el futuro y puedan alimentar bien a las crías. En el caso de las terneras que quedan para reposición o para vender como novillas, cuando tienen entre 12 y 14 meses salen al pasto de forma gradual hasta que quedan en el prado día y noche.

Las terneras nunca las insemino antes de los 20 meses, porque al estar en extensivo si las novillas paren demasiado jóvenes, por ejemplo con 24 o 26 meses, acaban teniendo problemas de alimentación y de reproducción y no cuidan bien de las crías.

Y para los becerros que vendo para el matadero, juego mucho con la programación de los partos, para que salgan al mercado cuando los precios están más altos, hacia los meses de verano.

¿Como ves el futuro de la ganadería de vacuno de carne en Galicia?
Creo que hay mucho margen para mejorar la genética. Así como en las Frisonas, y tuve ganadería de vacuno de leche durante 30 años, sí que se hizo una mejor muy importante y hoy tenemos vacas que no tienen nada que envidiarle a los países punteros de la Unión Europea, sin embargo en vacuno de carne no pasó lo mismo.

Es decir, en las ganaderías de carne sigues viendo muchos cruces y los ganaderos en general no le dan importancia a la genética, y después hay problemas, sea en la raza que sea.

“Las ganaderías de vacuno de carne en Galicia tienen que mejorar la genética y aumentar la base territorial”

Por lo demás, Galicia tiene muy buenas condiciones para competir en carne de calidad porque tenemos buen clima y un territorio propicio para la producción de hierba. El problema, como en otros sectores, es la ordenación del territorio: hace falta que las ganaderías tengan más base territorial y lo más cercana posible, bien mediante concentración parcelaria o mediante alquiler…etc. Sólo podemos competir con otros países de fuera si bajamos los costes de producción y para eso es necesaria base territorial y buen manejo.

Instrumentos como el Banco de Terras deberían funcionar mucho mejor si realmente queremos cambiar las cosas.

Tu ganadería es una isla en medio de un mar de eucaliptos que cubre Ortigueira. ¿Es este árbol un freno para la ganadería en la comarca?
En la comarca de Ortegal prácticamente todo está plantado con eucaliptos, incluidas buenas tierras de pastizales y de fincas de labradío, de forma que hasta ahora a los ganaderos nos es muy difícil coger tierras.

Yo también tengo plantaciones de eucalipto, pero en zonas con más pendiente que no son aptas para la agricultura o para la ganadería. Hay sitio para todo, pero creo que a mucha gente que tiene plantaciones de eucalipto en praderas o en tierras de cultivo, les sería más rentable si las alquilaran para plantar maíz, trigo o para pastos. Habría que echar cuentas, pero pienso que les sacarían más rendimiento con los alquileres que con el eucalipto.

Granxa Caxigueira en imágenes:

Vacas Blondas de Granxa Caxigueira

Estos días fueron trágicamente noticia los incendios forestales. ¿En esta comarca también os afectan?
En Ortegal llevamos muchos años sin que haya un incendio sin importancia. Lo ideal es que en los montes hubiese mucho ganado, como había antes, tanto caballo como vacas o cabras, que tenían el monte limpio de maleza y cuando había fuegos se apagaban rápido. Ahora, al estar el monte abandonado, si prende fuego no hay quien lo pare.

¿Que es lo que más te atrae de tu profesión de ganadero?
Sobre todo que me gusta el trabajo que hago. Lo tengo como un hobby y también como un negocio, y a mi mujer le pasa igual, así que somos felices con lo que hacemos.

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