Indignación en los ganaderos portugueses por el veto de la Universidad de Coímbra a la carne de vaca

Las cantinas de la Universidad dejarán de servir vacuno desde enero del 2020 con el objetivo de reducir la huella de carbono de los alimentos

Indignación en los ganaderos portugueses por el veto de la Universidad de Coímbra a la carne de vaca

La decisión de la Universidad de Coímbra (Portugal) de dejar de servir carne de vaca en sus 14 cantinas está causando perplejidad e indignación en los ganaderos portugueses. La Universidad alega que el veto viene motivado por su decisión de reducir la huella de carbono de los alimentos, es decir, las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas responsable del cambio climático.

La medida de la Universidad de Coímbra se enmarca en un plan para aumentar su sostenibilidad, que se traduce en una serie de medidas como la reducción del uso de plásticos o proyectos para contribuir a la reforestación de áreas quemadas. La prohibición de carne de vaca llega después de que este verano se haya desarrollado una campaña ecologista para reducir el consumo de carne, a la que se responsabiliza del cambio climático, a pesar de que la ganadería representa sólo entre el 10 y el 15% del total de emisiones de gases de efecto invernadero.

Esta campaña está causando malestar entre organizaciones y cooperativas agrarias de los distintos países europeos, pues como está demostrado, la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero se corresponden a la quema de combustibles fósiles utilizados en la producción de electricidad, en el transporte y en el sector industrial, campos que aglutinan alrededor de un 60% del total de emisiones.

En Portugal, la decisión de la Universidad de Coímbra de prohibir la carne llevó a la Asociación de Productores de Leche de Portugal (Aprolep) a emitir un comunicado en el que consideran «incomprensible» que una Universidad con 700 años de historia «quiera prohibir un alimento que fue fundamental en el desarrollo cerebral de nuestros antepasados». La asociación añade que «no queremos un retroceso basado en un programa de prohibiciones de una minoría ruidosa».

Forrajes locales y prevención de incendios
La organización agraria portuguesa recuerda que las vacas son alimentadas en un 80% con forrajes locales y que son criadas respetando las normativas de bienestar animal. «Quien se preocupe por la huella ecológica de los alimentos, puede comenzar por escoger carne nacional, pues un 50% de la carne de vacuno consumida en Portugal es importada», señala Aprolep. «Nuestra carne es producida en pastos y en tierras cultivadas que, sin actividad ganadera, quedarían abandonadas y siendo pasto de los incendios, que además de un peligro para las poblaciones, representan una gran emisión de gases a la atmósfera».

Los ganaderos se declaran también comprometidos en una ganadería sostenible de precisión, que reduzca las emisiones, y concluyen deseando que profesores y estudiantes de la universidad puedan tener una alimentación completa, «sin falta de hierro y vitámina B12, de forma que puedan estudiar, investigar y decidir con buen sentido».

Una idea sobre “Indignación en los ganaderos portugueses por el veto de la Universidad de Coímbra a la carne de vaca

  1. Prado

    Y la de cerdo, conejo y demás la prohiben o esa la sirven igual a pesar de ser en general explotaciones carentes de terreno propio e incapaces de encargarse de su propio purín, ademas de producirse de forma general de forma mas intensiva que la de vacuno?

    Me temo que la universidad d Coimbra ha recibido un buen pago para hacer eta memez; pero bueno, el presupuesto, es el presupuesto, la ciencia y el saber a las universidades, hace tiempo que le suda los cojones, una empresa más en defensa de los intereses del que paga, en eso se han convertido, que les cunda.

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