Ganadería O Bañal: De 15 a 0 ataques del lobo al ganado gracias a los mastines

Visitamos esta empresa familiar que combina la ganadería de vacuno de carne en extensivo con la explotación forestal en el ayuntamiento de As Pontes. Gracias al asesoramiento técnico y a la introducción de mastines pasaron de perder hasta 15 terneros al año por los ataques de los lobos a 0

Ganadería O Bañal: De 15 a 0 ataques del lobo al ganado gracias a los mastines

Rubén Pita Martínez con Sil, el último mastín que incorporaron

O Bañal SC es una ganadería de vacuno de carne con 70 madres de raza Rubia Gallega ubicada en la aldea de O Bañal, ayuntamiento de As Pontes, en una única Finca de 200 hectáreas, de las que 60 están a pradera. Un auténtico lujo en Galicia, donde el minifundismo y la separación entre las parcelas encarece los costes de producción.

Esto fue posible gracias a Enrique Martínez, un constructor de Oleiros cuya pasión por la naturaleza, la ganadería y la caza lo llevó en los años 70 a comprar fincas en esta aldea.

“Mi abuelo empezó a juntar fincas comprándoselas a los vecinos hasta juntar esta parcela de 200 hectáreas. Al inicio gran parte estaba a monte, por lo que tuvo que trabajar mucho para ir limpiándolo y convirtiéndolo en praderas y en plantaciones forestales, sobre todo de pino de Oregón y de Eucaliptus Globulus, que ocupan unas 140 hectáreas”, explica Rubén Pita Martínez, nieto de Enrique, y que combina la dirección de varias empresas familiares en A Coruña con su gran pasión, la explotación ganadera y forestal que le legaron sus padres, Manuel y Antonia.

“A mí esto me encanta porque desde pequeño venía aquí con mi abuelo en los fines de semana y en las vacaciones. Me gusta trabajar aquí y ver que el ganado crece bien y que vamos mejorando las plantaciones forestales. Ves como se completa el ciclo de la vida y de las estaciones”, reconoce.

Sin embargo, hace 4 años estuvieron a punto de cerrar la explotación debido a los ataques de los lobos al ganado, que pasta en extensivo y en régimen de libertad todo el año, día y noche.

El problema, tal como explica Rubén, no era nuevo, dada la cercanía de la finca al Monte Caxado, lugar donde tradicionalmente se localizaron manadas de lobos. “Desde que empezamos a trabajar con vacuno de carne hace 40 años mi abuelo y mis padres recuerdan problemas con el lobo, pero en los últimos 10 años los ataques al ganado se incrementaron y la situación se volvió insostenible porque perdíamos por lo menos entre 10 y 15 terneros al año e incluso alguna vaca”, explica.

Ante la inviabilidad económica de cerrar la finca de 200 hectáreas con una malla fija y con pastor eléctrico, Rubén decidió buscar asesoramiento en Joan Alibés, un ganadero de ovino y caprino de Meira (Lugo) que también ofrece servicios de asesoramiento a otros ganaderos a través de la entidad Beealia.

“Joan vino aquí, vio como era la explotación, localizó las manadas de lobos y vimos que la solución era meter mastines y parcelar en fincas más pequeñas para que los perros pudieran defender mejor el ganado. El plan fue a tres años: El primer año metimos una hembra, Linda, que vino siendo una cachorra y que tuvimos que acostumbrar al ganado manteniéndola durante unos 4 meses con las vacas estabuladas de un vecino y empleado nuestro”, explica Rubén.

Pasado ese período de entrenamiento en el que el perro asume que las vacas son su familia vino el siguiente paso de acostumbrar a Linda a estar permanentemente con las vacas en el prado, día y noche. Luego llegaron Mera, otra hembra, y el pasado año Sil, un macho, completando el equipo de 3 protectores que Joan Alibés le aconsejó para las características de Ganadería O Bañal.

 “En el primer año pasamos de hasta 15 terneros muertos por ataques de los lobos a 0″

“El resultado fue espectacular: En el primer año pasamos de 10 o 15 novillos muertos por ataques de los lobos a 0. Y desde que los tenemos no volvemos a tener problemas a pesar de que el lobo sigue rondando, porque lo vemos”, destaca. El aprendizaje de protección del ganado se va transmitiendo de forma natural de los perros más viejos a los cachorros que se incorporan.

Como obstáculos iniciales, Rubén reconoce que “al principio a las vacas no les gustaba que los mastines anduviesen en medio, pero estos patrullan el perímetro de las fincas y siempre están con el ganado”. También tuvieron algún susto con algún becerro que escapó al monte porque los perros, cuando son jóvenes, quieren jugar con ellos. “Pero quedó en eso, porque los becerros acababan volviendo”, subraya.

El instinto de protección de los mastines los lleva a que se puedan mostrar agresivos cuando muere un novillo en la finca, pues permanecena al lado del cadáver para protegerlo.

“Estamos muy satisfechos con los resultados, y lo que gastamos en pienso se compensa de sobra”, destaca Rubén. El ejemplo de Ganadería O Bañal llevó a varios vecinos del entorno a incorporar también mastines para proteger el ganado de los ataques de los lobos.

Vacas y terneros con 0 gramos de pienso

Las 70 vacas madres con las que cuentan en Ganadería O Bañal son de raza Rubia Gallega, la que mejor se adapta a las duras condiciones de esta zona de montaña, con inviernos fríos y lluviosos.

“Mi abuelo y mis padres probaron con la Blonda de Aquitania pero no se adaptaba bien”, reconoce. Tanto en las vacas como en los toros que emplean -cambian el toro cada 5 años- buscan como primer criterio la facilidad de parto y luego buena conformación de canales.

“Las vacas están en el prado día y noche todo el año, por lo que queremos vacas rústicas y con 0 complicaciones en los partos, que paran solas, y hacia ahí orientamos nuestra selección genética”, explica.

“Buscamos vacas rústicas y que paran solas sin problema”

Venden cada año entre 50 y 60 terneros con una edad de entre 6 y 8 meses, alimentándose exclusivamente de la leche de la madre y del pasto. Desde hace 3 años todos los novillos se los compra un cebadero de Lugo que les hace un remate final con cereales. La explotación está dada de alta tanto en la IGP Ternera Gallega Suprema como en el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Galicia (CRAEGA).

La alimentación de las vacas es únicamente en base a pasto, complementando en invierno con silo de hierba y hierba seca que recogen en la propia explotación.

Para limpiar el matorral de las 120 hectáreas de bosque que circundan la zona de pasteros en Ganadería O Bañal cuentan también con dos manadas de 14 yeguas y dos garañones. En este ganado, sí que siguen padeciendo pérdidas de potros debido a los ataques de los lobos.

Mejora de las praderas

Un aspecto en el que están centrando los esfuerzos en Ganadería O Bañal es en mejorar la productividad de las praderas y en el manejo del pasto. “No vamos a aumentar el número de cabezas de ganado pero sí que pensamos mejorar la rentabilidad de los forrajes. En 2017 empezamos resembrando una pradera con una mezcla de Fertiprado, especial para zonas de montaña de Galicia y en la que se incluyen unas 15 especies de gramíneas y de leguminosas, y los resultados fueron muy buenos, por lo que vamos a intentar renovar 2 o 3 praderas cada año”, explica Rubén.

Ganadería O Bañal en imágenes:

Unas 300 hectáreas para la explotación forestal

Además de las 200 hectáreas de la finca de O Bañal, la familia de Rubén cuenta con otras 300 hectáreas en diversas fincas de As Pontes.

En este sentido, uno de los objetivos de Rubén desde que se involucró en la dirección de la empresa familiar fue mejorar la rentabilidad de las plantaciones forestales, la principal vía de ingresos de esta explotación.

“Teníamos mucho eucalipto globulus que no crecía porque no se adapta bien a la zona y está comido por el gorgojo. Lo que estoy haciendo es cortar esa madera y volver a plantar con eucalipto nitens, que le compramos a Mañente por los buenos resultados que vemos en crecimiento y en sanidad”, asegura.

En el caso de las masas de pino, pretenden mantener las más próximas a las zonas de pastoreo del ganado, pues les sirve de cobijo en invierno.

Además, está trabajando para racionalizar los turnos de tala, con el objetivo de que cada año se planten y se corten unas 10 hectáreas de monte, garantizando unos ingresos todos los años. “En el caso del eucalipto nitens, vemos viable en esta zona hacer cortas cada 12 años y reinvertir ese mismo año parte de los ingresos en volver a plantar y en hacer los abonados y limpiezas que corresponden”, detalla.

Para la venta de la madera hacen subastas al mejor precio entre 3 o 4 maderistas

Para los trabajos forestales (plantación, mantenimiento de los cortafuegos, abonado..), excepto para la tala, así como para el cuidado del ganado Rubén y su familia cuentan con tres trabajadores asalariados: Servando, Lolo y Suso.

Por último, para la venta de la madera hacen subastas al mejor precio entre 3 o 4 maderistas. “No vendemos por tonelada sino a precio por lote, pues de lo contrario hay que esperar a que corten y a que te paguen y va pasando el tiempo, y lo que nos interesa es volver plantar rápido”.

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