Galicia aspira a ser declarada libre de tuberculosis bovina antes de 2020

La jefa del servicio de Sanidad Animal de la Xunta, Marta Muñoz, analizó en las jornadas de Seragro la posibilidad de erradicación de la enfermedad. Desmiente mitos como la existencia habitual de falsos positivos o que haya vacas que en el matadero se demuestre que estaban limpias

Galicia aspira a ser declarada libre de tuberculosis bovina antes de 2020

La jefa del servicio de Sanidad Animal de Galicia, Marta Muñoz, en las jornadas de Seragro. / Imagen: Seragro.

La tuberculosis bovina es una enfermedad altamente contagiosa y persistente que se comenzó a combatir en serio en España a partir de 1989, cuando se puso en marcha el Programa Nacional de Erradicación de la Tuberculosis. En aquel momento, Galicia tenía más de un 16% del ganado infectado. Hoy en día, tras los esfuerzos de ganaderos y veterinarios durante 25 años, la comunidad tiene el índice más bajo de España, el 0,08%. Si la tendencia decreciente prosigue, Galicia podría declararse territorio libre de tuberculosis antes de 2020.

La declaración de la comunidad como territorio libre de tuberculosis tendría efectos positivos sobre toda la ganadería. La jefa del servicio de Sanidad Animal de la Xunta, Marta Muñoz, que expuso la situación gallega en las recientes jornadas de Seragro, en Lugo, destaca como primera ventaja la clara mejora que representaría en la sanidad animal y en la salud pública. La ganadería gallega pasaría a ostentar además un estatus sanitario privilegiado, lo que constituiría una oportunidad y un refuerzo en los mercados.

Otras ventajas de la erradicación de la tuberculosis pasarían por una menor presión diagnóstica sobre los rebaños y por la liberación de fondos para encarar otras enfermedades, según destaca Marta Muñoz.

Casos
En Galicia, en 2015 se detectaron 28 focos, un 64% nuevos y un 36% persistentes. En estos últimos se optó por hacer un vacío sanitario. Las causas de los brotes se debieron a la entrada de animales infectados en la explotación o al resurgimiento de focos antiguos.

La jefa del servicio de Sanidad Animal de la Xunta incidió en la necesidad de no bajar la guardia ante la tuberculosis y quiso desmentir algunos mitos que circulan en el sector, como la existencia generalizada de falsos positivos o la influencia de la fauna salvaje en la tuberculosis bovina en Galicia. Muñoz destacó los siguientes mitos:

1) La fauna silvestre es la culpable

En Galicia, se analizaron más de 2.000 muestras de jabalí, 600 de corzos y 200 de carnívoros, encontrándose una prevalencia muy baja de tuberculosis. En jabalíes, se sitúa en el 2,59%, cuando en territorios del sur peninsular los positivos de los cerdos bravos sobrepasan el 50%. El principal reservorio de la tuberculosis en Galicia son los bovinos.

2) Todos son falsos positivos

“¿Por qué una prueba es buena cuando da negativo y es falsa si el resultado es positivo?”, se pregunta Marta Muñoz. La jefa del servicio de Sanidad Animal incide en que los Servicios Veterinarios Oficiales deben investigar cada caso de manera individual para proteger al resto de ganaderos. Señala también que los veterinarios hacen un estudio de evaluación del riesgo individualizado en cada explotación y advierte de que las pruebas son capaces de detectar animales infectados que aún no presentan lesiones ni otros síntomas.

De hecho, Muñoz, a preguntas del público, se mostró en las jornadas más preocupada por los falsos negativos, pues en determinados casos el test oficial puede dar negativo y la res estar infectada. En situaciones de sospecha, los veterinarios pueden recurrir a una segunda prueba, a través de un test Elisa, un método cuya eficacia se considera garantizada pero que no está validado para uso oficial. “Si una vaca da positivo con el test Elisa, hablamos con el ganadero, le explicamos la situación y normalmente accede a que la vaca sea sacrificada”, señaló Muñoz.

3) Las mataron y luego estaban limpias

Si las vacas se llevan al matadero y el cultivo que se hace a partir de muestras del animal da negativo, no se puede descartar que la vaca estuviera infectada. Muchos animales no presentan lesiones o no las tienen en los órganos que son objeto de muestreo. Otras veces la carga bacteriana es muy baja o la infección se debe a cepas de crecimiento lento. En definitiva, si el cultivo da positivo, la explotación estaba infectada, pero si da negativo, no se puede descartar que sea positiva.

4) “Yo no puedo hacer nada. Es una lotería”

El papel del ganadero es muy importante para prevenir la infección. La jefa de Sanidad Animal de la Xunta, Marta Muñoz, efectúa las siguientes recomendaciones:

– Evitar la entrada de reses en las explotaciones. En caso de compra de animales, el origen preferente es Galicia. Debe evitarse la entrada de animales procedentes de comunidades autónomas o países con mayor índice de prevalencia de la enfermedad que Galicia.

– Colaborar con los servicios veterinarios oficiales en el seguimiento de animales o de focos con tuberculosis.

– Garantizar la bioseguridad de las explotaciones: control de la entrada de animales y personas; no mezclar con animales de otras explotaciones, etc.

– Garantizar un manejo idóneo, manteniendo en todo momento la limpieza, la higiene y la buena alimentación. Eso repercutirá en un mejor estado inmune del animal.

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