Corte de colas a los lechones: ¿Cómo evitarlo y por qué?

El investigador de Bienestar Animal, Antoni Dalmau Bueno, ofrece algunas claves para evitar que los cerdos se muerdan unos a otros las colas, sin tener que recurrir al raboteo

Corte de colas a los lechones: ¿Cómo evitarlo y por qué?

Una granja italiana donde non se lleva a cabo el raboteo sistemático de los lechones.

El raboteo, el corte sistemático de la cola a los lechones, es una práctica muy extendida en las granjas de porcino para evitar que los propios cerdos se muerdan unos a otros las colas, una conducta anormal conocida como caudofagia. Sin embargo, la UE empuja fuerte para limitar estas prácticas y utiliza como ejemplo las estrategias realizadas en los últimos años en países como Suecia, Finlandia, o Lituania

El veterinario e investigador de Bienestar Animal en el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Cataluña (Irta), Antoni Dalmau Bueno, ofrece algunas estrategias que permitan limitar esta práctica en nuestro país.

Dolor agudo y crónico

Uno de los principales inconvenientes del raboteo sistemático es que el corte de las colas provoca a los animales un dolor agudo que en algunos casos se puede cronificar.

Una de las formas en cómo se ha comprobado que hay un dolor agudo en el momento del raboteo es mediante el análisis de las vocalizaciones en los animales. Se ha constatado que el raboteo provoca más vocalizaciones que un raboteo fingido (se hace el mismo manejo sobre el animal pero sin llegar a cortar la cola). Estas vocalizaciones se agraban cuando el corte se lleva a cabo sin cauterización, es decir, sin destruir o quemar los tejidos afectados por la herida del corte, a modo de cicatrización.

El raboteo sin cauterización provoca que los cerdos gruñan más, evidencia de que el animal sufre un dolor agudo

El corte de la cola puede provocar en algunos casos la formación de un neuroma, una afección en la terminación del nervio en la zona donde se ha producido el corte que hace que el animal sufra hiperestesia (un umbral menor al dolor en la zona afectada, salvando las distancias, similar al efecto que se produce en nosotros en la piel cuando nos quemamos después de un día tomando el sol en la playa).

Un problema con múltiples causas

Tal y como advierte el investigador, el raboteo puede reducir un porcentaje de las mordeduras dependiendo de la fracción cortada, pero no evita los episodios de caudofagia, pues a día de hoy llegan mucho animales con cola cortada al matadero con signos de mordedura. El investigador también indica que un corte corto, que deje una cola de 2 cm, resulta más eficaz para prevenir la caudofagia, con menos posibilidad de lesiones. Si bien, el veterinario incide en que este corte se haga sólo en las granjas que tengan un histórico de problemas con la mordedura de colas y no sistemáticamente.

Dalmau explica que la caudofagia es una conducta anormal provocada por múltiples causas, y que el corte de la cola no es la solución, sino que hay que prestar atención a otros factores para limitar su incidencia.

En condiciones naturales, el cerdo puede dedicar hasta el 50% del tiempo a explorar y hozar

Uno de estos factores es el estrés de los animales, sobre todo, en las granjas donde los animales suelen estar sobre un suelo de hormigón o slats que impiden que el cerdo hoce, una conducta exploratoria propia de estos animales. En condiciones naturales, el cerdo puede dedicar hasta el 50% del tiempo a explorar y hozar. Además, esta necesidad de hozar aparece muy temprano en el desarrollo ya que determina una necesidad de conducta básica del animal como es la búsqueda de alimento.

Algunos estudios demuestran como en comparación con cerdos alojados con un suelo de paja, los animales que se encuentran en granjas con slats pasan una mayor parte del tiempo mordiendo los elementos del corral como las barras y tolvas así como a otros cerdos. Precisamente, la falta de estímulos es una de las causas por la que pueden ocasionarse brotes de caudofagia. De hecho, en origen, esta se consideraba una conducta redirigida. Es decir, si el cerdo no ve saciada una necesidad de conducta como es la de hozar o explorar elementos manipulables y estimulantes del corral, redirige esta conducta hacia lo más manipulable y estimulante que encuentra, las colas de sus compañeros. Hay que tener en cuenta que el 91% de los cerdos de engorde de la Unión Europea se crían sobre slat.

Existen los mordedores compulsivos, animales que es recomendable retirar y echar mano de la selección genética

También existen los conocidos como mordedores compulsivos, que provocan lesiones al resto de animales. Son cerdos que suelen tener un crecimiento retardado. Se cree que pueden padecer alguna deficiencia nutricional en un momento clave de su desarrollo que afecta al sistema nervioso central. En estos casos, lo más recomendable según el investigador es retirar al animal de ese grupo y optar por una selección genética para evitar que se desarrollen este tipo de ejemplares más predispuestos a provocar episodios de caudofagia en las granjas. Un problema de caudofagia en un corral se puede trasladar al siguiente por imitación. Un problema de caudofagia en un cerdo se puede propagar al resto porqué una vez el mordedor prueba la sangre, tenderá a querer repetir la experiencia.

Factores de riesgo y detención precoz

La dieta, el ambiente y determinados elementos de estrés pueden provocar brotes agudos de caudofagia. Incluímos algunos de los factores de riesgo a tener en cuenta en la explotación:

-La competencia entre los animales por la comida (el subordinado será el mordedor, no el dominante)

-La alimentación seca (en pellets) frente a la alimentación húmeda (esta última suele tener menos problemas de caudofagia).

-Falta de nutrientes, especialmente aminoacidos y sal. De hecho, la sangre contiene mucha sal y les atrae especialmente en caso de deficiencias.

-Mala ventilación o humedad en las instalaciones.

-El estado sanitario de los animales.

-Dietas ricas en triptófano podrían reducir los brotes (cuanto más serotonina más calmados se encuentran los animales).

-La calidad de la luz y el aire

-El manejo de los bebederos

-Las mezclas de animales

Al mismo tiempo que existen factores de riesgo, el investigador también indica que existen métodos de detección precoz para actuar antes de que se produzcan lesiones o que estas lleguen a ser graves. La posición de la cola es un buen indicador en este caso. De hecho, se dispone ya de cámaras 3D para avisar de los cambios en la cola y cuando ésta se encuentra en posición baja, que puede indicar las fases iniciales de un futuro brote.

La posición de la cola es un buen indicador que avise de un posible brote de caudofagia

También el aumento de la actividad y del nerviosismo pueden ser indicadores, así como el incremento de las conductas orales dirigidas a la cola. La aparición de un mayor número de lesiones sirve también como alerta de un cambio de conducta y de la necesidad de actuar antes de que se produzcan heridas de gravedad.

Material de enriquecimiento para evitar caudofagia

“La prevención de los riesgos mencionados anteriormente y suministrar material de enriquecimiento para los animales son pasos básicos para, sino evitar, al menos reducir la caudofagia y encaminarse así al cumplimiento de la normativa europea sobre el el corte rutinario de las colas”, apunta el investigador.

Se están probando todo tipo de estrategias complementarias, por ejemplo el uso de fitoterapia (tratamientos en base a productos de origen vegetal) complementada con un buen material de enriquecimiento ambiental. En este sentido, el autor muestra los resultados de un estudio en el que los cerdos que disponían de material de enriquecimiento alcanzaban los 111,79 kilos de media a las 24 semanas, que podían llegar a los 112,35 en los casos de contar también con tratamientos preventivos de fitoterapia, frente a los 104,5 kilos de media del resto de cerdos sin ninguna de estas dos posibilidades.

Un estudio demuestra que la fitoterapia y el aporte de material de enriquecimiento permite que los cerdos alcancen mayor peso

“El material manipulable se administra para satisfacer las necesidades de conducta del cerdo de exploración y de nidificación de las cerdas a punto de parir, así cuánto más permita estas conductas más eficaz resultará”, concreta el investigador.

A la hora de aportar material manipulable a los cerdos este debe ser manipulable, explorable, masticable y comestible, es decir que no resulte tóxico para los animales. En estos requisitos se encuadran tanto materiales orgánicos (paja, forraje, arena, turba, tierra, compost de champiñones, así como cuerdas, madera, troncos, ramas) como inorgánicos (ropa, ruedas, tubos de plástico, juguetes, sal o cadenas), aunque algunos de los mencionados no cumplen todas las características ideales de un material de enriquecimiento ambiental.

Una de las claves a la hora de aportar este tipo de elementos a los cerdos es conseguir que les resulten atractivos e interesantes durante el mayor tiempo posible. Según la Efsa (la autoridad europea de seguridad alimentaria), un buen material de enriquecimiento es aquel que estimula la conducta exploratoria del cerdo durante un periodo comparable al que dedican a la paja, ya que, la paja, limpia y renovada, es el tipo de material más efectivo para reducir las mordeduras. Así, no todos los elementos les resultan a los cerdos igual de atractivos ni efectivos.

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Material de enriquecimiento para los cerdos en las explotaciones.

También es importante la posición en la que se coloca este material, ya que fijarlo en un punto, ponerlo en la zona más activa del corral o facilitar que sea accesible al animal es fundamental para que cumpla su función. Por otro lado, una forma de mantener el interés del animal por un material de enriquecimiento es renovarlo con mucha frecuencia para que suponga siempre un factor de novedad.

Dalmau incide, además, en la importancia de aportar materiales concretos para cada fase. Así, proporcionar materiales en las primeras etapas de vida puede influir en conductas posteriores, reduciendo la incidencia de lesiones severas en la transición y problemas posteriores durante el engorde.

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