¿Cómo mejorar la salud intestinal en el ganado porcino?

Abordamos con el grupo de investigación Digesporc algunas de las claves, centradas en el manejo, para mejorar la salud intestinal de los cerdos. Los expertos apuntan a la dieta y a la calidad del calostro como algunos de los factores determinantes para reducir las afecciones en estos animales

¿Cómo mejorar la salud intestinal en el ganado porcino?

La alimentación en los primeros días es clave para la salud del animal.

Para que los cerdos tengan una óptima salud intestinal se requiere la existencia de un equilibrio entre los factores que están implicados en la misma, es decir, la mucosa intestinal, la microbiota (los microorganismos vivos que alberga el tubo digestivo) y la alimentación. “Cualquier herramienta que utilicemos para actuar sobre cada uno de estos factores podrá mejorar la salud intestinal de los cerdos”, explica Rubén Miranda, investigador del grupo Digesporc, de la Universidad de León, liderado por Ana Carvajal Urueña y Pedro Rubio Nistal.

“Cualquier herramienta que usemos para actuar sobre la mucosa intestinal, la microbiota o la alimentación puede mejorar la salud intestinal”

El investigador apunta a que, de forma rutinaria, se han utilizado los antibióticos a modo de prevención y con fines terapéuticos frente a los diversos procesos gastroentéricos que afectan al ganado porcino. “Un aspecto importante del empleo de estos antimicrobianos son los cambios en la composición de la microbiota digestiva y su asociación con el incremento de los fenómenos de resistencia”, especifica Miranda. Así, debido a la gran variabilidad en la sensibilidad de las bacterias causantes de los procesos digestivos el experto señala que “es muy recomendable la realización de un aislamiento y antibiograma para elegir el antimicrobiano más adecuado”.

Por otra parte, estos procesos también se pueden controlar con las vacunas disponibles para la prevención de afecciones como la colibacilosis, las clostridiosis o la ileítis, además de autovacunas como las empleadas para la disentería porcina.

Claves en el manejo

Al margen de la utilización de antibióticos y vacunas, otro grupo importante de herramientas están relacionadas directamente con el manejo. Miranda detalla que medidas como el sistema todo dentro-todo fuera, que implica el vaciado completo de los animales de la granja, su limpieza y desinfección así como dejar un tiempo de reposo antes de introducir otro nuevo lote, es importante para mejorar la salud de los cerdos.

“La cantidad y la calidad del calostro es fundamental para la salud intestinal y sistemática de los cerdos”

También son imprescindibles unos adecuados protocolos de limpieza y desinfección así como el control de vectores. Otro de los factores determinantes para que los animales tengan una buena salud intestinal se basa en proporcionar un adecuado encalostramiento y lactación de los lechones. “La cantidad y calidad (relacionada con la inmunidad de la madre) del calostro es fundamental para la salud intestinal y sistémica de los cerdos ya que supone un aporte de inmunoglobulinas, células inmunitarias y bacterias beneficiosas como lactobacilos y bifidobacterias”, precisa el investigador.

Representación esquemática de los tres elementos implicados en la salud intestinal.

Representación esquemática de los tres elementos implicados en la salud intestinal.

Variaciones en la dieta para mejorar la salud intestinal

La dieta es uno de los tres factores principales implicados en la salud intestinal de los cerdos al ser la fuente de nutrientes tanto para las bacterias que forman parte de la microbiota como para las células del cerdo. Se pueden aplicar una gran multitud de herramientas basadas en la modificación de la alimentación de los cerdos para modificar la salud intestinal.

Cambios en la composición o en las propiedades de la dieta

Las dietas con un alto contenido en fibra y menor proteína bruta y energía digestible minimizan la aparición de diarreas postdestete por E. coli. Miranda apunta que la molienda gruesa del pienso lo hace normalmente menos digestible por lo que favorece la fermentación por parte de bacterias beneficiosas en el intestino grueso, dando lugar a ácidos grasos volátiles que ayudan a la salud intestinal. Además, utilizar este tipo de pienso también contribuye a reducir la concentración de bacterias potencialmente patógenas como E. coli o Salmonella.

El investigador también detalla que la alimentación líquida fermentada mejora la salud intestinal al reducir el pH de la ingesta e incrementar los ácidos orgánicos y bacterias ácido-lácticas. “Este tipo de alimentación favorece la renovación del epitelio intestinal y reduce la cantidad de enterobacterias, entre las que se encuentran muchas de las bacterias patógenas más comunes”, concreta.

Aditivos funcionales que se pueden incluir en la alimentación de los cerdos

Estos aditivos pueden mejorar la respuesta inmunitaria (lactoferrina, inmunoglobulinas…), reducen la concentración de bacterias potencialmente patógenas (ácidos orgánicos, extractos vegetales…), estimulan la colonización por microbiota beneficiosa (probióticos, prebióticos…) o estimulan la función de digestión (ácidos grasos volátiles, nucleótidos…).

-Los probióticos están constituidos por microorganismos vivos (Lactobacillus, Saccharomyces…) que, al ser ingeridos en cantidades adecuadas, ejercen influencia positiva en la salud o en la fisiología del hospedador. “En el ganado porcino se ha demostrado que mejoran la eficiencia de la alimentación y la calidad y la cantidad de leche y calostro al igual que disminuyen el riesgo de diarreas”, explica Miranda.

-Mientras, los prebióticos son productos que favorecen el crecimiento y/o la actividad de determinados microorganismos de la microbiota gastrointestinal, mejorando así la función intestinal. “Existen una gama muy variada como son los manano o fructosa-oligosacáridos, la inulina o algunos componentes de las algas, y por lo tanto no es posible generalizar sobre sus efectos”, comenta Miranda. El investigador también puntualiza que “la microbiota intestinal se adapta lentamente a la presencia o a la retirada de un prebiótico en la dieta, al igual que ocurre con otros aditivos”.

-Los extractos vegetales y los aceites esenciales están formados por gran cantidad de sustancias que se obtienen de plantas por lo que suelen poseer una composición variable. Estas sustancias suelen tener una función antiinflamatoria y un gran potencial antimicrobiano y antioxidante.

-Los ácidos grasos de cadena corta o volátiles (butírico, propiónico o acético), poliinsaturados (omega-3, omega-6) y ácidos orgánicos (láctico, málico…) participan en la regulación de las células del sistema inmunitario innato y del adaptativo, disminuyen el pH controlando las bacterias potencialmente patógenas además de ser fuente de energía para los colonocitos.

-También están las fuentes de inmunoglobulinas, como son el plasma porcino atomizado, la yema de huevo o el calostro bovino, que ayudan a la neutralización específica de determinadas bacterias y virus.

-Finalmente, existen otras sustancias como la lactoferrina bovina o péptidos antimicrobianos de origen microbiano que tienen acción frente a microorganismos potencialmente patógenos al igual que efectos de potenciación del sistema inmunitario.

Beneficios que reporta prestar atención a la salud intestinal

“La salud intestinal tiene una gran influencia sobre la salud global de los cerdos, principalmente en las primeras fases de la vida de los lechones, lo que va a repercutir en la salud en el resto de la vida de los cerdos”, justifica el investigador. Desde el grupo Digesporc destacan la importancia del calostro para el adecuado desarrollo estructural y funcional del intestino lo que repercute en la salud intestinal de los animales. “El aporte de inmunoglobulinas a través del calostro y de la leche permite la defensa frente a microorganismos potencialmente patógenos a nivel intestinal y su paso a nivel sanguíneo en las primeras horas de vida de los lechones repercute en su salud sistémica”, concreta el investigador.

“Uno de los puntos críticos de la cría de cerdos es el destete y estas herramientas pueden reducir el impacto que supone el cambio de alimentación”

El otro punto crítico en la salud intestinal es el destete de los lechones momento en el que se produce un importante estrés para los animales. “Con esta serie de herramientas se puede intentar reducir el impacto negativo de este cambio drástico en la alimentación de los lechones de forma que la salud intestinal no se resienta excesivamente y, por tanto, el efecto global sobre los parámetros productivos sea el menor posible”, sintetiza Miranda.

La alimentación supone entre un 70 y un 80 % del total del coste en la producción porcina, lo que hace que la eficiencia de la dieta sea un factor crítico. “Aquellos animales con peor salud intestinal tendrán una peor eficiencia en la transformación de los componentes de la dieta así como una mayor probabilidad de desarrollar procesos del complejo entérico porcino”, reconoce el investigador. Así, además del menor rendimiento productivo, una mala salud intestinal repercutirá incrementando los costes asociados al tratamiento de enfermedades gastrointestinales y las bajas asociadas a estas patologías.

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