Bovigreen, un proyecto para reducir la huella ambiental en bovino de carne

La Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac) lidera un grupo operativo que busca reducir el impacto ambiental del sector cárnico. La iniciativa baraja la creación de un sello para identificar la carne con menor impacto

Bovigreen, un proyecto para reducir la huella ambiental en bovino de carne

Integrantes del grupo operativo Bovigreen, en una reunión celebrada en días pasados.

La huella ambiental, que calcula el impacto que una actividad tiene sobre el medio ambiente, es uno de los factores a tener en cuenta cada vez más en sectores como la ganadería. El grupo operativo Bovigreen, impulsado por la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac), busca reducir esa huella ambiental en la carne de vacuno. Es un proyecto que se encuentra en su fase inicial y que pretende también implicar a los ganaderos para lograr e impulsar una reducción real y efectiva.

“Para calcular algunos de los indicadores actuales de la huella ambiental, ni siquiera hay datos en las granjas que permitan estimarlos”

“El problema de la huella ambiental es que utiliza unos indicadores tremendamente complejos, por eso uno de los objetivos principales de este grupo operativo es lograr un método de cálculo viable”, explica Matilde Moro, gerente nacional de Asoprovac. La dificultad a la hora de evaluar la huella ambiental en vacuno es tal que “ para calcular algunos de los indicadores actuales que se plantean, ni siquiera hay datos en las granjas para poder estimarlos”, especifica Moro.

La meta que se proponen con el proyecto Bovigreen es conseguir ese sistema de cálculo que sea objetivo, mensurable y repetible, es decir, una metodología viable para tener datos concretos para estimar la huella ambiental. “Nuestra idea es plantear unas herramientas que permitan evaluar la huella ambiental del sector o de unas granjas que estén interesadas y plantear luego cómo reducirla”, puntualiza Moro.

Cuadrar exigencias europeas y la realidad del sector

El proyecto Bovigreen tiene además el propósito de servir de puente entre las exigencias a nivel legislativo que se plantean desde la Comisión Europea y lo que realmente se puede hacer a nivel sectorial. “El problema de muchos sellos verdes que hay ahora mismo es que no hay una normalización, y cada cuál recoge los valores que le interesan y le benefician. Conseguir armonizar estos criterios es la clave para tener un modelo que permita valorar realmente la huella ambiental de los productos, ya que ahora mismo no hay esa herramienta ni a nivel nacional, ni europeo, ni internacional”, reflexiona Moro.

«Conseguir armonizar estos criterios es la clave para tener un modelo que permita valorar realmente la huella ambiental de los productos»

Esta iniciativa no solo se contempla para los productores sino para el resto de eslabones del sector de vacuno. “La industria debería ser uno de los promotores más interesados ya que esta huella ambiental influye directamente al afectar a toda la cadena y no sólo a la producción”, comentan desde Asoprovac. De hecho, en esta fase inicial uno de los colaboradores ha sido la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), así como otras entidades como la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco (Ihobe). Liderado por Asoprovac, este grupo de trabajo está integrado también por la Fundación Empresa y Clima (FEC), la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Novadays y el Centro Tecnológico Neiker-Tecnalia. Además, ha contado con el apoyo del Banco Sabadell.

Estrategias de mejora a nivel sectorial

En esta primera fase, que ha concluido en días pasados, el grupo ha analizado la legislación vigente y planteado un enfoque innovador integrado que incluye no solo indicadores ambientales sino sociales y económicos. La iniciativa cuenta con un presupuesto total de 53.640 euros (el 80% financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y el 20% restante por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación).

Después de esta fase más teórica, contemplan la puesta en práctica de estos indicadores en 20 granjas para evaluar si realmente permiten un cálculo más adecuado de la huella ambiental. Un estudio que, de ser aprobado, llevarán a cabo el próximo año y que se prolongará alrededor de dos años. “Lo más importante es definir la situación de las explotaciones en cuanto a sostenibilidad y huella ambiental”, concreta la responsable de Asoprovac. Además realizarán una comparativa entre los integrantes más competitivos del sector para identificar mejoras productivas y ambientales.

Lograr la Declaración Ambiental del Producto

Las expectativas del grupo Bovigreen pasan por lograr una Declaración Ambiental de Producto “que realmente es lo que debería establecerse a nivel de sector”, concreta Moro. Así, en la explotación en la que cuenten con un mayor volumen de datos para calcular esta huella ambiental intentarán también llevar a cabo una Declaración Ambiental del Producto, un informe en el que se recopila toda la información verificable del impacto sobre el medio ambiente de este producto, en concreto en este caso de la carne de vacuno.

Para lograr esta Declaración Ambiental del Producto atenderán a una serie de indicadores tanto ambientales, como sociales y económicos más medibles. Entre los aspectos a evaluar y que les permitirán definir la huella ambiental están el empleo de energías renovables, la gestión adecuada del estiércol para reducir emisiones así como la forma de aplicación al campo para evitar la compra de productos fertilizantes, el incremento de la superficie de pastos para maximizar la fijación de CO2, el uso de subproductos como materia prima para la elaboración de piensos. “Son indicadores complejos pero no tanto como los actuales que resulta difícil trasladar al consumidor”, apunta Moro.

Transmitirle al consumidor los esfuerzos por reducir el impacto en el medio

El grupo trabaja también en ofrecerle información directa al consumidor sobre los esfuerzos y la reducción de esta huella ambiental. Por el momento está aún por definir cómo ofrecerán esta información, aunque barajan que pueda realizarse mediante un sello que diferencie a los productos. Si bien, “es un tema complejo que debemos estudiar muy bien para no acabar confundiendo al consumidor”, matiza Moro.

Aunque esta comunicación al consumidor supone uno de los ejes del proyecto, al encontrarse aún en fase inicial, es también el que menos desarrollado está ya que los resultados en campo serán determinantes para poder plantearlo. Es una de las acciones que contemplan más a largo o medio plazo.

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