Baleira acoge el próximo fin de semana la II Feira do Mel de la montaña lucense

El sábado 10 habrá encuentro de apicultores y charlas formativas sobre cómo combatir las enfermedades de las colmenas de manera más ecológica y eficaz y el domingo tendrán lugar distintos talleres y concursos para todas las edades

Baleira acoge el próximo fin de semana la II Feira do Mel de la montaña lucense

Edición anterior de la Feira do Mel de Baleira.

O Cádavo acoge el próximo fin de semana la segunda edición de la Feria do Mel, en la que se darán cita productores de la montaña lucense con un completo programa de actividades, tanto formativas cómo lúdicas, destinadas a apicultores y al público en general.
Organizada por la Asociación Montes e Vales Orientais, que gestiona el Programa Leader en el ámbito del GDR 3, al que pertenecen 13 ayuntamientos de la provincia de Lugo (A Pontenova, Meira, Ribeira de Piquín, Pol, A Fonsagrada, Negueira de Muñiz, Baleira, Navia de Suarna, Baralla, Becerreá, Cervantes, Láncara y Pedrafita do Cebreiro), esta nueva cita pretende ser un punto de encuentro para los productores de estos concellos y un elemento más de dinamización social para esta zona.
La jornada del sábado 10 está pensada como un encuentro de apicultores y estará centrada en la salud de las colmenas, con cuatro horas de formación a cargo de Alberto Uría Moreno, apicultor y docente experto en plagas y tratamientos ecológicos, que dará consejos para la mejora de la sanidad apícola, no solo como un elemento clave para una producción rentable, sino como manera de evitar la propagación de plagas y enfermedades por contagio de unas colmenas a otras.

El programa del sábado acabará con un magosto popular organizado por el Concello de Baleira a partir de las siete y media de la tarde con castañas, empanadas, roscón y vino y animación musical a cargo de un acordeonista. Será en una carpa ubicada delante de la casa del Concello, donde también tendrá lugar al día siguiente la feria propiamente dicha.

El domingo 11 los puestos de venta abrirán sus puertas a las 10 de la mañana. Acudirán productores de toda la montaña y también de comunidades limítrofes como la asturiana. El pasado año, en la primera edición de la feria, acudieron con su miel 28 apicultores. En esta segunda edición se espera menor afluencia, dada la escasa producción de este año en muchos lugares.

Además de la venta de miel, durante toda la mañana habrá distintas actividades para todos los públicos, como una exposición didáctica, talleres de fabricación de trampas para velutinas o de elaboraciones con cera, pensados para los más pequeños, y un concurso, Sabe como la miel, de platos gastronómicos con este producto. A las dos de la tarde será la entrega de premios a los ganadores y también de los premios de dibujo para la elaboración del cartel anunciador de la edición de este año, obra de Sofía Acarree García, del CPI Uxío Novoneira de Pedrafita do Cebreiro.
Nuevos tratamientos que dejan menos residuos en la miel
Alberto Uría hace hincapié en que es necesario «mayor concienciación» tanto por parte de los apicultores profesionales como de los simples aficionados que tienen colmenas para autoconsumo. «De nada sirve que yo tenga mis abejas muy controladas y libres de enfermedades si el vecino tiene las suyas sin atender. Una colmena que muere infecta a la del vecino y estamos teniendo un problema muy grande de contagios y reinfecciones», explica.

Por eso considera que «hay que dar claves para que todo el mundo aprenda a identificar las enfermedades de la colmena y consejos prácticos para atajarlas a tiempo». Destaca la «prevención» y la «rápida identificación» como medida más efectiva para luchar contra enfermedades como la varroa, el loque o la micosis.

«Las enfermedades están avanzando pero mucha gente cuida las abejas como hizo toda la vida y eso ya no sirve. Hay mucha gente que tiene las colmenas como simple afición y las va a ver un día en Semana Santa, otro en verano para ver si tienen miel y y otro para sacarlo en septiembre. Así es como se hacía tradicionalmente, pero eso se acabó, ahora hay que estar pendientes de las enfermedades y requiere que la gente vaya más a las colmenas», argumenta.

Ventajas de los productos orgánicos frente a los de síntesis química

La segunda de las claves en la que incidirá Alberto tiene que ver con concienciar también a los apicultores en la utilización de productos más naturales para el tratamiento de enfermedades. «Mucha gente sigue usando tratamientos de síntesis química para tratar enfermedades como la varroa y hay poca conciencia sobre los residuos que muchos de esos productos dejan en las colmenas y en la miel, cuando hay nuevos tratamientos orgánicos, como el timol, el ácido axálico o el ácido fórmico, que funcionan muy bien y son mucho más inocuos y dejan muchos menos residuos», explica.

En las charlas formativas que impartirá el sábado en Baleira, explicará por ejemplo cómo tratar la varroa con ácido fórmico. «Tenemos que caminar todos hacia una forma más lógica y ecológica de controlar las abejas. Los ensayos con ácido fórmico están funcionando muy bien, pero la gente no los conoce», asegura.

Pero además de explicar a los apicultores el funcionamiento de estos nuevos tratamientos, más efectivos y menos contaminantes que los convencionales pero que al mismo tiempo requieren de más aplicaciones, Alberto incide en la importancia del seguimiento y vigilancia tanto pretratamiento como postratamiento. «Hay que comprobar que los tratamientos están funcionando. La gente tiene que conocer todas las armas que tiene a su alcance. La tira no puede ser un acto de fé y no puede ser metérselas a la colmena dos veces al año por simple rutina», dice.

La velutina está comenzando ya a asentarse en la montaña

Alberto tiene 160 colmenas repartidas entre el municipio asturiano de Ibias y el gallego de Negueira de Muñiz y comercializa su producción bajo la marca Outurelos. Trabaja además en otros proyectos de recuperación etnográfica y patrimonial, y da cursos de apicultura o de huerta ecológica.

Y afirma que «la presencia de la vespa velutina está comenzando a ser un problema también en la montaña». La dureza del invierno ralentiza su propagación y ayuda a su control pero Alberto asegura que «tenemos que tomar conciencia de que es un problema real que nos afecta a todos, no sólo a los apicultores, porque en esta zona también hay viñedos», recalca.

Por eso, el domingo por la mañana explicará cómo hacer trampas caseras con las que hacer trampeos en primavera para capturar reinas y en verano para reducir la carga de velutinas en zonas de alta afectación. «En la montaña está arrancando la plaga, es el momento de luchar contra ella para tenerla controlada», concluye.

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