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¿Cómo evolucionará la nutrición de aquí al 2030? La sociedad francesa Alim Avenir le formuló esa pregunta a 50 actores clave de la cadena alimentaria, incluyendo producción, procesado y distribución. Cada tendencia fue valorada de 0 a 10, en función de las posibilidades de éxito que se le ven. Estas son las principales perspectivas de futuro que se vislumbran:
El podium, las tendencias que triunfan
1) Productos de proteína vegetal (8,8)
A los productos a base de trigo y de soja, se le añadirán nuevas fuentes de proteínas vegetales para aumentar la oferta y mejorar la calidad de la gama. Se buscarán alimentos con un uso más práctico.
2) Desarrollo del comercio electrónico (8,2)
El comercio electrónico tuvo hasta ahora una escasa presencia en el sector alimentario, pero la entrada de gigantes como Amazon está cambiando la situación. Las grandes cuestiones pendientes son los gastos de envío, los costes de logística y el respeto de la cadena de frío.
3) Más productos locales en los supermercados (7,5)
La mención del lugar de origen de los productos debe convertirse en una cuestión cada vez más importante. Las cadenas de distribución están interesadas en trabajar con pequeñas empresas y granjas del entorno, pero queda por resolver la cuestión del volumen de la oferta y de los precios que se oferten. Se precisan además garantías de trazabilidad y seguridad alimentaria.
Tendencias que se instalan
4) Vegetarianismo y semivegetarianismo (7,4)
Se prevé una reducción del consumo de carne en los países desarrollados, sobre todo entre la población joven. Esa tendencia promoverá una mejora cualitativa de la oferta en cuanto a métodos de producción, razas y orígenes. También fomentará el mercado de proteínas alternativas.
5) La entrega de comidas a domicilio (7,1)
Es una tendencia que crecerá en zonas urbanas de poder adquisitivo. La entrega de comidas a domicilio tiene posibilidades de crecimiento en nichos de mercado como la nutrición personalizada y las dietas especiales. Se espera una concentración de la oferta, gestionada por grandes actores.
6) El crecimiento bio (7)
El consumo de productos ecológicos continúa su asentamiento, si bien aún se ve obstaculizado por los costes adicionales que representa. Está en cuestíón la capacidad de la oferta para dar respuesta al aumento de la demanda, al tiempo que se garantiza la misma calidad. Los productos bio pueden enfrentarse a la competencia de productos no ecológicos, pero que tengan una identificación con lo natural.
7) Circuitos cortos (6,6)
La demanda de productos de proximidad generará posibilidades para los productores. Se espera en el futuro una combinación de circuitos alternativos y tradicionales de distribución. Las cadenas minoristas valorarán más el producto local, en tanto los productores buscarán sus propias vías de distribución. Está por ver cómo se le da solución a las cuestiones logísticas y prácticas (cantidad, precio, calidad, seguridad).
8) La digitalización de la cocina (6,4)
Se esperan sistemas en la cocina que le faciliten a los consumidores la elaboración de los productos. Hay quien piensa que una mayor digitalización de la cocina representará un desafío para los platos preparados de la industria. Otros, que puede ser una moda si no le aporta cuestiones prácticas a los consumidores.
Tendencias que buscan un hueco
9) La personalización de los alimentos (5,9)
El horizonte del 2030 parece demasiado corto para la instalación de esta tendencia, pues se entiende que es precisa una mayor investigación. La nutrición preventiva, no obstante, parece tener futuro. Se espera que las personas puedan singularizar su alimentación en base a cuestiones como el perfil genético o su microbiota particular.
10) Digitalización de la nutrición (5,6)
Hay un público determinado para aplicaciones (Apps) y aparatos que ofrezcan datos sobre los alimentos (calculadoras de calorías, sensores de alérgenos, etc.). Los apasionados de la tecnología y las personas con limitaciones nutricionales (alérgicos, personas mayores, etc.) impulsarán esta vía.
11) Granjas comerciales urbanas de alta tecnología (5,1)
La posibilidad de espacios de producción en las zonas urbanas está en discusión. Se cuestiona que sea posible afrontar el coste del terreno y acometer las instalaciones precisas en las ciudades.
12) Productos hechos en base a algas (4,7)
Las algas tienen un gran potencial de crecimiento, si bien su apariencia y textura pueden representar un freno para el consumidor. Hay quien piensa que se precisarán más años para que el mercado de las algas pase de ocupar un nicho de consumo a convertirse en una tendencia dominante.
13) Productos a base de insectos (3,4)
Los encuestados son escépticos alrededor de esta tendencia, pues piensan que es poco aceptable en el mundo occidental. Se reconoce el valor de los insectos en el campo de la alimentación y se valora su posible desarrollo en terminaciones a modo de harina o de polvo.
