Sacan al mercado la primera cerveza gallega de grelos de Lugo

Champivil-Castelo sacan al mercado la primera cerveza gallega de grelos de Lugo y de la seta trompeta de muertos. Se trata de una gama rubia y otra negra fruto de la colaboración con el artesano cervecero Peterpaul.

Sacan al mercado la primera cerveza gallega de grelos de Lugo

La responsable de la empresa Champivil Castelo, Luz Divina Castelo, en el centro.

Ya es posible experimentar el sabor de algo tan tradicional de Galicia como son los grelos en un formato novedoso. La empresa de Vilalba Champivil-Castelo acaba de sacar al mercado la primera cerveza gallega de grelos de Lugo y de la seta trompeta de los muertos. Las nuevas bebidas fueron presentadas esta mañana en la Plaza de Abastos de Santiago de Compostela coincidiendo con la víspera de la celebración del Día de las Letras Gallegas.

Se trata de dos cervezas artesanas, una gama rubia y otra negra, fruto de la colaboración de la empresa chairega con el artesano cervecero gallego Pablo Casanova, Paterpaul, el primero en lograr en Galicia, en el año 2005, un registro sanitario para comercializar cerveza artesana. Es una edición gourmet exclusiva que estará disponible en dos formatos, de 33 y 75 cl., y que podrá adquirirse a través del facebook de la compañía vilalbesa.

La responsable de la empresa, Luz Divina Castelo, explicó que este nuevo producto sigue la línea de trabajo de los últimos años de la firma luguesa, especializada en la transformación de productos autóctonos naturales y que lidera el envasado de grelos y de setas en Galicia. “Champivil-Castelo siempre se caracterizó por dos cosas: mimar el producto gallego e innovar en su comercialización”, como destacó Luz Divina. La empresa vilalbesa fue pionera en sacar al mercado grelos y ortigas enlatadas y cuenta con una amplia variedad de conservas que van desde las mermeladas de frutos silvestres a las setas o los preparados de caldo o tortilla de patatas.

Luz Divina: “Queremos que los productos gallegos se conozcan y lleguen más allá de nuestras fronteras”

El proceso de elaboración tanto de la cerveza rubia de grelos cómo de la cerveza negra de trompeta de los muertos es totalmente natural y artesano y lleva dos meses y medio. Los ingredientes son agua de fuente, malta de cebada, lúpulos nobles suaves para que predomine el aroma del grelo y de la seta y levaduras de cerveza neutras también con ese objetivo. El cocinero de la bebida destacó que para su fabricación se usa un porcentaje de malta de cebada 100% muy superior a la empleada en las cervezas industriales (30 kilos de malta por cada 100 litros de agua en este caso frente a los sólo 8 de las cervezas industriales). “Otra diferencia fundamental es que esta cerveza no lleva ningún tipo de producto químico ni ningún añadido, es totalmente natural y artesana e incluso el gas que tiene lo produce la propia cerveza gracias a una segunda fermentación en botella que dura entre 25 y 35 días”, explicó Paterpaul.

La primera Guinness gallega

La gama negra de trompeta de los muertos es una cerveza de estilo irlandés a la que en el último momento de la cocción se le añade la infusión de esta seta, habitual en los montes gallegos, para que conserve así los aromas y el color oscuro característica de la trompeta de los muertos. El resultado es una cerveza contundente y de espuma más densa que en la cata recuerda el aroma a monte y a humedad.

Su hermana, la cerveza de grelos es una cerveza rubia a la que se añaden en la cocción grelos de la Terra Chá que sueltan su sabor y color a la mezcla. El resultado es una cerveza clara con un matiz verdoso y se percibe al degustarla el amargor del grelo. Es una cerveza refrescante pensada para la primavera y el verano.

Se trata en los dos casos de un producto gourmet de producción limitada pero con un precio asequible “para que todo el mundo la pueda probar”, indicó Luz Divina. La primera hornada de las dos variedades ya está en el mercado y puede adquirirse a través del facebook de Champivil-Castelo. “Lo hicimos así porque queremos que los productos gallegos se conozcan y lleguen más allá de nuestras fronteras y las redes sociales son un medio idóneo para eso”, explicó la responsable de la empresa, que irá produciendo la cerveza en función de la demanda, en lotes pequeños, para que no se almacene durante mucho tiempo y no se haga vieja, otro valor añadido con respecto a las cervezas de producción industrial.

Kit para fabricación casera

Además de las dos cervezas, que se comercializarán al precio de 2,5 y 4,5 euros en dos formatos, de 33 y 75 cl. respectivamente, en una botella también diferente, de estilo retro, que diferencia la cerveza que va dentro y que evoca los inicios de la fabricación de esta bebida en España, la empresa vilalbesa también ponen en el mercado, al precio de 10 euros, un kit completo para la fabricación casera de la cerveza de trompeta de los muertos.

Según explicó Paterpaul, el objetivo es por una parte “que los consumidores puedan comprobar que la cerveza de Castelo es totalmente natural” y por otra, “que puedan experimentar, de una forma sencilla, el placer de beber una cerveza elaborada por ellos mismos”. El kit incluye los ingredientes necesarios para fabricar 8 litros de cerveza (un kilo de malta de cebada y las cantidades necesarias de lúpulo, levadura de cerveza y trompeta de los muertos) y un artilugio denominado air lock que hace de válvula durante la fermentación mediante un sistema de acribillado por agua que deja salir el gas pero no deja entrar el oxígeno.

El resto del instrumental necesario son útiles de cocina que cualquiera puede tener en su casa (una olla, un colador, una cuchara y una jarra) y el kit incluye unas instrucciones paso a paso de todo el proceso, que se llevará a cabo en una garrafa de agua “que, como es transparente, permite ir viendo el proceso de fermentación”, explicó el creador de este kit experimental, que se presenta cómo “un regalo precioso para todas aquellas personas a las que les guste la cerveza”, consideró por su parte Luz Divina Castelo.

Amplia trayectoria

Estas nuevas cervezas nacen de la colaboración de dos empresas gallegas pioneras y con una amplia trayectoria en su sector. Champivil-Castelo, es una empresa de Vilalba con más de 50 años de historia pionera en la exportación de setas silvestres gallegas a Europa y la primera que envasó grelos y ortigas con el objetivo de aumentar de este modo la vida útil y el período de consumo de productos estacionales de nuestro país. En este momento cuenta con una amplia gama de productos en el mercado, que van desde las conservas naturales de grelos, berzas o ortigas, a las setas deshidratadas, las mermeladas de frutos rojos o los preparados de caldo o tortilla de patatas. Los productos de Castelo traspasan las fronteras gallegas a través de las grandes cadenas de distribución como Gadis, Eroski, Carrefour o El Corte Inglés.

 Champivil Castelo fue la primera empresa gallega que envasó grelos y ortigas

Paterpaul por su parte es un maestro cervecero ourensano hijo de emigrantes gallegos en la Argentina que fue pionero en la fabricación de cerveza artesana en nuestra comunidad y el primero en lograr, en el año 2005, un registro sanitario de cerveza artesana gallega. En su fábrica de Celanova y bajo la marca Monterrei, produce una gama muy amplia de cervezas artesanas que van desde la rubia, la tostada, la negra, la ecológica e incluso la afrodisíaca.

En el acto de presentación de las cervezas, que tuvo lugar en la sala de catas de la Plaza de Abastos compostelana, estuvo también presente Martín Álvarez, profesor de cocina y responsable del Museo de la Ortiga de Celanova. Junto a Martín, que es también presidente de la asociación cultural As Estrugas, creada en el 2005 para divulgar el aprovechamiento de esta planta, Champivil-Castelo fue pionera hace un año en la comercialización de ortigas enlatadas. Las ortigas, muy comunes en Galicia, tienen un alto valor nutritivo, semejante al de las espinacas, y poseen propiedades diuréticas y estimulantes para la piel que las hacen recomendables para muchas enfermedades.

Hasta ahora su uso culinario estaba poco extendido pero en los últimos años se está demostrando como un buen ingrediente para ensaladas y revueltos, por lo que es un producto novedoso pero con mucho futuro en la gastronomía gallega. Las ortigas tienen también su propia cerveza, estilo pale, muy suave y con sabor a campo.

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