“Muchas veces se retiran los lácteos o el gluten por moda, sin recomendación médica”

Entrevista a Rosaura Leis Trabazo, especialista en nutrición, profesora titular de Pediatría de la Universidad de Santiago y coordinadora de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de Santiago.

“Muchas veces se retiran los lácteos o el gluten por moda, sin recomendación médica”

Rosaura Leis Trabazo

Rosaura Leis es una de las especialista de referencia en nutrición infantil en España. Entre otras muchas responsabilidades, es profesora titular de Pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela y coordinadora de la Unidad de Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de Santiago.

Le preocupa especialmente la obesidad infantil, que define como una pandemia, y que relaciona tanto con la falta de actividad física como con los cambios en la dieta alimentaria.

¿Que os preocupa a los pediatras hoy en día en cuanto a la alimentación de los niños y de los jóvenes?
La gran pandemia nutricional en este momento es el sobrepeso y la obesidad, que afecta a todos los países y a todas las edades. El motivo de esta pandemia son los cambios en los estilos de vida, tanto alimentarios como de actividad física. Y el momento de incorporar los buenos hábitos es precisamente la infancia, e incluso desde el útero materno.

Hemos cambiado nuestras dietas tradicionales por una alimentación con más comida rápida y precocinada, que suponen una mayor ingesta de grasas saturadas, azúcar y sal, frente a nuestros cereales, frutas y verduras, pescado, lácteos…etc de la dieta tradicional. Estos cambios en la alimentación suponen un importante riesgo nutricional.

Así, estamos viendo como los niños ingieren dietas muy calóricas, hacen poco ejercicio físico y practican un ocio pasivo, con lo que el balance es un aumento de la grasa corporal. Sin embargo, detectamos unos déficits importantes de nutrientes en estos niños, especialmente de calcio, yodo, vitamina D o hierro. Y esto se debe fundamentalmente a que sus dietas son ricas en calorías pero pobres en nutrientes. En el caso de la vitamina D, su déficit se debe a que es secuestrada por la grasa corporal en el caso de niños y personas obesas.

 “El gran problema es la obesidad, con dietas muy calóricas pero poco nutritivas”

Por otro lado, estamos asistiendo a modas de dietas restrictivas, en las que se eliminan de la dieta determinados alimentos, sin ningún fundamento científico y por una percepción individual de una posible “reacción adversa”, que nunca debe ser un diagnóstico. Por ejemplo, en el caso de los lácteos estamos asistiendo a un descenso en su consumo, cuando se trata de nuestra principal fuente de calcio. Es muy importante su consumo a todas las edades, y sobre todo en la edad pediátrica y en la adolescencia. Disminuir el consumo de lácteos supone un importante riesgo nutricional, especialmente para el cumplimiento de las recomendaciones de ingesta de calcio.

¿Estáis detectando ya esto por falta de consumo de lácteos?
Estamos asistiendo a una disminución del consumo de lácteos, que no solamente son buenos por ser el principal aporte de calcio de nuestra dieta, sino también en proteínas de alto valor biológico y en otros nutrientes.

Lo mismo se podría decir de las dietas sin gluten, que están indicadas solamente para aquellas personas que padecen enfermedad celíaca o con intolerancia al gluten no celíaca o alergia al trigo. Sin embargo, se está generalizando en la población sin que haya un diagnóstico médico.

Por eso, destacaría que una reacción adversa a un alimento es una manifestación clínica anormal que se produce por la ingesta, inhalación o contacto con un alimento o aditivo alimentario. Pero necesita ser diagnosticado por un médico y la eliminación de ese alimento de la dieta debe ser también prescrita por un médico. De tal manera, que en aquellos casos en los que tenemos que eliminar de la dieta determinados productos, el propio facultativo tiene que ver si tiene que recomendar algún tipo de suplemento o aporte de vitaminas o de minerales.

 “Se están quitando alimentos de la dieta por moda, sin ser prescritos por un médico, y eso supone un riesgo nutricional”

En estos momentos, debido a modas se quitan alimentos fundamentales de la pirámide nutricional sin ser suplidos por nada y sin hacer unas dietas equilibradas.

Sin embargo, hasta ahora llegaba a ser común que ante una complicación intestinal, los profesionales sanitarios lo primero que recomendaban era retirar los lácteos de la dieta. ¿Tienen su parte de responsabilidad?
Es cierto que, por ejemplo, ante una diarrea aguda era frecuente suprimir los lácteos de la dieta. También hay que destacar que esta retirada se realizaba de forma temporal. Esto se debe a que durante y después de una diarrea aguda, sobre todo vírica, se produce una pérdida de lactasa intestinal y al faltar este enzima no se puede hidrolizar la lactosa, el azúcar de la leche. Así, muchas veces, secundariamente a estos procesos infecciosos, hay una mala absorción de lactosa que puede prolongar la diarrea, la distensión y el dolor abdominal.

En estas ocasiones con frecuencia se recomienda retirar los lácteos de la dieta. Sin embargo, hoy sabemos que mantener pequeñas cantidades de lactosa en la dieta podría favorecer la recuperación de las células intestinales. Por tanto, hoy ya ni siquiera recomendamos la retirada total de los lácteos, salvo que hayamos diagnosticado una mala absorción a la lactosa, secundaria al cuadro vírico.

Es decir, que incluso la moda de las leches sin lactosa habría que ponerlas en cuestión porque cada vez tendremos menos lactasa en el organismo…
Existe una patología que es el déficit de lactasa tipo adulto, y hay un porcentaje importante de la población, en Galicia una persona de cada tres o más, que a partir de la infancia empieza a perder lactasa intestinal, de forma que llega un momento en que es insuficiente para hidrolizar la lactosa. En estos casos, las leches sin lactosa son un buen alimento y una buena opción.

Sin embargo, también es cierto que la mayoría de las personas con problemas de absorción de lactosa tolerarían cantidades habituales de consumo de leche, sobre todo si esto se hace junto con otras recomendaciones dietéticas, como consumirla junto con otros alimentos para disminuir el tiempo de vaciado gástrico. Además, estas personas suelen tolerar sin problema el yogur y el queso porque en el yogur parte de la lactosa ya está hidrolizada, y además los gérmenes que lo producen parecen que continúan realizando su labor en el intestino.

Hasta ahora también se ha asociado leche entera o lácteos y colesterol. Sin embargo, parece que la grasa de la leche incluso es positiva para la salud según los últimos estudios….
Que las recomendaciones cambien es fruto de los avances de la investigación nutricional. Cuando se descubrieron los niveles de colesterol en sangre se correlacionaban directamente con el colesterol de los alimentos. Por tanto, la recomendación fue retirar de las dietas los alimentos ricos en colesterol. Sin embargo, posteriormente se descubrió que los niveles sanguíneos de colesterol estaban más condicionados por la grasa saturada de los alimentos que por el propio colesterol. La leche de vaca tiene grasa saturada, pero los últimos estudios parecen evidenciar que el tipo de grasa saturada de los rumiantes, un  ácido graso trans, el ácido linoleico conjugado, tiene incluso beneficios para la salud.

Por tanto, creo que deberíamos entender que la alimentación debe ser siempre equilibrada y variada, y en cantidades adecuadas a la edad, al sexo y a la patología de cada uno.

En este sentido, considero que debemos tomar alimentos de distintos tipos pero siempre en el contexto de una alimentación saludable. Y me parece que la pirámide nutricional es muy orientativa: en la base tiene los alimentos que debemos consumir con más frecuencia y en el vértice los que debemos consumir esporádicamente y en pequeñas cantidades.

Nuestra dieta atlántica tradicional en la base de la pirámide incluía el ejercicio físico; a continuación los cereales, sobre todo integrales, las frutas y las verduras (3 frutas y 2 verduras al día); después los lácteos (3 o 4 raciones al día, según las edades), el aceite de oliva. Luego, en la mitad de la pirámide, los que se deben consumir varias veces a la semana, el pescado,  las legumbres, la carne, los huevos. Y en el vértice, los alimentos de consumo esporádico, la bollería, los embutidos ricos en sal y en grasas saturadas, los azúcares. Sin embargo, actualmente la pirámide de consumo de nuestros niños y también de los adultos está invertida.

“Las dietas veganas no son adecuadas para la infancia porque no se cubren todos los requerimientos nutricionales”

¿Se cae también el mito de que el consumo de leche líquida solamente se debe restringir a la infancia y a la adolescencia?
El ser humano tiene muchas características distintas al resto de mamíferos, entre otras nuestra longevidad. La recomendación nutricional es tomar al menos tres raciones de leche o de productos lácteos al día y a lo largo de toda la vida. Se puede restringir por mala absorción de la lactosa o por pérdida de la lactasa tipo adulto, pero aún en estos casos, la mayoría pueden consumir sin problema yogur y queso, y por supuesto una leche baja o sin lactosa. Pero siempre tiene que ser una recomendación médica.

Hay personas contrarias al consumo de leche que, sin recomendación médica, la substituyen por las bebidas vegetales, mal llamadas leches. Desde el punto de vista nutricional pueden tener buenas características, pero muy diferentes de la leche de los rumiantes.

¿Es peligroso sustituir en la infancia o la adolescencia la leche por jugos vegetales de avena, soja…etc?
Cualquier dieta restrictiva que hagamos supone un riesgo para la salud si no la complementamos de otra forma. La Sociedad Europea de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica estima que las dietas veganas no son adecuadas para la infancia porque no se cubren todos los requerimientos nutricionales. Tiene que ser muy diversificada, variada, calculada y con determinados suplementos para cumplir la recomendaciones.

La conclusión que haría es que es necesario mantener la adherencia a las dietas tradicionales, dietas variadas, con raciones adecuadas, y sin perder de vista la actividad física. Galicia es una de las comunidades con mayor longevidad de España. Debemos luchar para mantener esto porque si no por primera vez en la historia corremos el riesgo de vivir menos que la generación anterior

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información