Mel da Anta, elegida la mejor Miel de España en 2015, llega a la gran distribución de Estados Unidos

Mieles Anta, elegida en el año 2015 como la mejor miel de España por un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), acaba de dar el salto al gran mercado de Estados Unidos.

La empresa con sede en Bóveda (Lugo) y principal productora de miel de Galicia, con más de 500 toneladas de este preciado alimento comercializadas en 2015, acaba de firmar un importante contrato para exportar a Estados Unidos.

En concreto, el responsable y fundador de Mieles Anta, David Corral, informa de que a lo largo de este mes empezarán a vender miel ecológica y polen, a través de la marca Toca Honey, en 50 establecimientos de la cadena de tiendas Whole Foods Market, en el estado de Washington. Y a lo largo de este año se irán extendiendo a los 400 establecimientos que esta gran distribuidora tiene en todo Estados Unidos.

Además de en Estados Unidos la miel y el polen ecológicos de Mieles Anta también están presentes bajo la marca “Toca” en los principales mercados europeos, sobre todo en el Reino Unido, Bélgica, Holanda, Alemania y Francia. Precisamente en el país galo acaban también de firmar contratos de distribución con otras dos grandes cadenas de productos ecológicos: Naturalia y Bioocop, esta última con una red de 450 tiendas. En el caso de Biocoop el acuerdo contempla que el grupo francés adquirirá más de 30 toneladas de miel gallega, iniciándose las ventas en este mes de junio.

Objetivos para este año: aumentar las ventas un 50% e instalar 3.000 colmenas más en ecológico

La gran demanda de miel ecológica gallega está llevando a Mieles Anta a incrementar su producción propia y a firmar contratos homologados de subministro con apicultores. “Tanto la miel como el polen de Galicia son productos diferenciados de gran calidad que el cliente en el extranjero valora y está dispuesto a pagar por ellos”, destaca David Corral.

En este sentido, subraya que “la riqueza de vegetación melífera que tenemos en Galicia, sobre todo la de zonas de montaña, se encuentra en pocas partes del mundo, ya que disponemos de casi todas las variedades de ericas, de zarzas, de castaños o de robles”.

Actualmente Mieles Anta cuenta con unas 10.000 colmenas propias en toda Galicia, ubicadas principalmente en las zonas de montaña de la provincia de Lugo en alturas superiores a los 500 metros. Sin embargo, la alta demanda de miel ecológica les ha llevado a ampliar este año a 3.000 colmenas más, hasta llegar a los 8.000 apiarios en ecológico.

“Actualmente en torno al 35% de la miel que comercializamos es ecológica, y exportamos fuera de España el 80%, pero se trata de un mercado en expansión por lo que tenemos que aumentar la producción”, explica David Corral. Además de la miel, también comercializan propóleo y jalea real, bajo la marca Pazo de Lusío, así como polen, un producto con gran demanda en el mercado, sobre todo el de castaño gallego, y del que en una buena campaña llegan a comercializar hasta 40 toneladas.

De esta forma, y gracias a los contratos firmados con grandes cadenas de distribución de Estados Unidos, Francia y Holanda, las previsiones de Mieles Anta pasan por aumentar este año sus ventas en torno a un 50%, consolidando una tendencia positiva de los últimos años con incrementos de entre el 20 y el 30% anuales.

Contratos homologados con los apicultores

Además de la instalación de más colmenas propias, Mieles Anta está creciendo mediante acuerdos de compra con apicultores gallegos, sobre todo de zonas de montaña de la provincia de Ourense.

“Ofrecemos contratos homologados a 3 o 4 años, como mínimo, y con unos precios referenciados, que den estabilidad al sector”, asegura David Corral. “De hecho -añade- mientras este año los precios de la miel a granel en Galicia han bajado hasta un 30%, nosotros les mantuvimos los precios del año pasado a los apicultores que trabajan con nosotros”.

 “El futuro de la miel gallega pasa por envasarla en Galicia bajo la IGP”

Y es que la garantía de subministro, y por tanto la disponibilidad de grandes volúmenes, son requisitos imprescindibles para poder vender a las grandes cadenas de distribución tanto de España como del extranjero.

David Corral también se muestra firme defensor de que “la miel gallega que se venda para el exterior sea envasada aquí y lleve la etiqueta de la Indicación Geográfica Protegida Miel de Galicia”.

En este sentido, recuerda que los precios de la miel gallega a granel -se calcula que se comercializa de esta forma hasta el 25% de la miel producida en la Comunidad- “son totalmente inestables, porque dependen de factores externos, como de que en Extremadura haya sequía y baje la producción de mielato de encina”. Y es que la miel gallega de montaña que se vende a granel es utilizada por las grandes envasadoras, principalmente alemanas, para mezclarla con mieles de baja calidad procedentes de China y de otros países, con el objetivo de proporcionarles conductividad, una propiedad que presenta en mayor medida el mielato de encina.

“Para los apicultores gallegos vender miel a granel es pan para hoy y hambre para mañana, lo que tenemos que hacer es darle valor a nuestro producto apostando por la IGP Miel de Galicia”, concluye.

David Corral: de producir miel para autoconsumo a convertirse en el principal apicultor de Galicia

La vida de David Corral es una historia de superación y de pasión por la apicultura, desde su infancia en su aldea natal de Toca, en el concello lucense de Samos. “Mi padre -relata- tenía unas colmenas para autoconsumo y yo era el encargado de vigilar cuando salían los enjambres. Empezamos con el tradicional “trobo”, y luego, bajo las indicaciones del famoso cura Ledo, fuimos de los primeros en construir una colmena Layens, con una losa de pizarra como tapadera”.

Decidió dedicarse a la apicultura en 1982, cuando compró 30 colmenas en Sanabria, “y también cometí los errores de novato, muriendo una buena parte de ellas”, reconoce. No se desanimó, y decidió ir a aprender con los grandes apicultores del Sur de España: “Estuve un mes trabajando gratis con una apicultor de Extremadura porque quería aprender, y durante ese mes dormía con ellos en el camión en una colchoneta mientras hacíamos la transhumancia de las colmenas”.

“Sigo aprendiendo cada día de las abejas”

Hoy dirige una empresa, Mieles Anta, que da empleo a 19 personas. “Y aún sigo aprendiendo apicultura, porque las abejas me siguen enseñando cada día”, confiesa.

A los jóvenes apicultores que se están incorporando a la actividad les aconseja “no desanimarse nunca, porque todos pagamos la novatada”. Y ante todo les recomienda formación y profesionalizarse: tanto mediante los manuales de apicultura, “que hay que adaptar a cada zona, ya que la vegetación, clima y floración varían mucho entre cada zona de Galicia”, como a través de las asociaciones profesionales de apicultura existentes en Galicia.

“Si hacemos las cosas bien, los apicultores gallegos tenemos un futuro prometedor porque en vegetación melífera Galicia es un paraíso para la apicultura, la miel que producimos es de gran calidad y hay todavía muchas zonas en las que podemos instalar apiarios”, concluye.