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Nor-Ibérica de Bebidas (Maside, Ourense), especializada en la elaboración de aguardientes y licores de Galicia, es una de las firmas del sector que apuesta por prestigiar los destilados gallegos. Su oferta tiene como referencias de calidad dos marcas amparadas por el Consello Regulador de Augardentes e Licores de Galicia, Felipe Saavedra y Marqués de Marialva, que también obtuvieron el pasado año el sello Galicia Calidade.
La elaboración de los licores comercializados con ambas marcas se caracteriza por el cuidado del producto. La base es aguardiente de orujo de uvas gallegas, que se macera en frío hasta 90 días, bien con café natural 100% Colombia, en el caso del licor café, bien con una combinación de 36 hierbas, obtenidas en la zona de Allariz (Ourense), en el caso del licor de hierbas. El azúcar, con un mínimo de 100 gramos por litro, de acuerdo con la normativa del Consello Regulador, completa los preparados y les aporta su característico sabor dulce.
«El problema en el extranjero es que no conocen los licores gallegos. La grappa italiana tiene un posicionamiento del que carecemos»
Al frente de Nor-Ibérica de Bebidas está Juan Carlos Saavedra, que trabaja en el sector del vino de denominación de origen desde mediados de los años 80, una faceta que complementa desde hace más de una década con la elaboración de destilados. «Nor-Ibérica de Bebidas podemos definirla como una licorería industrial que practica un cuidado artesanal del producto», valora.
Volúmenes
La empresa maneja un stock de alrededor de 200.000 litros, de los que un 10% corresponde a productos amparados por la Indicación Geográfica Augardentes e Licores Tradicionais de Galicia. «Son licores que tienen una gran aceptación, sobre todo en las comunidades de la Cornisa Cantábrica, y de los que podemos presumir por su calidad excepcional», destaca Saavedra.
Gama de licores ‘Marqués de Marialva’.
Fuera de España, Nor-Ibérica de Bebidas sondeó mercados como el alemán, el suizo o el japonés, con asistencia a ferias internacionales y con inversión en trabajo comercial, si bien los resultados son por el momento limitados.
«El problema en el extranjero es que no conocen nuestros productos. La grappa italiana, por ejemplo, tiene un posicionamiento internacional del que carecemos nosotros, pero es la pescadilla que se muerde la cola. No vendemos en el extranjero licores amparados por el Consello Regulador porque no se hace promoción, pero tampoco hay dinero para esa promoción porque no vendemos», explica el gerente de Nor-Ibérica de Bebidas.
La misma situación afecta también en parte al mercado español, en el que los licores gallegos tienen que competir por precio en buena parte de las comunidades, con el caso paradigmático de Madrid, en tanto un licor de hierbas alemán, el Jägermeister, suma alrededor de 1,5 millones de litros vendidos al año en España, con un posicionamiento orientado a ambientes nocturnos y a un público menor de 40 años.
«Llegará un día en que el consumidor pedirá un licor café por el nombre de la marca»
Uno de los grandes problemas al que se enfrentan las empresas de licores gallegas está en la proliferación de bebidas sin etiquetar. «Gran parte de la mercancía que se despacha en la hostelería está sin etiquetar», reconoce Juan Carlos Saavedra. «Es una inconsciencia, tanto por parte del consumidor como por parte del hostelero. Se está vendiendo un producto, aunque sea con la mejor voluntad, sin que se sepa que hay dentro de la botella. No hay control sanitario sobre esos licores», cuestiona.
El camino para cambiar la situación pasa por mentalizar a la hostelería, según la valoración de Saavedra. «Hace unos años, cuando ibas a un restaurante a veces te ofrecían vino de la casa sin etiquetar. Esa situación hoy en día se da de manera muy residual y lo mismo acabará por pasar con los licores», opina el gerente de Nor-Ibérica. «El consumidor final quiere productos de calidad y tiene curiosidad por probarlos. Llegará un día en que el consumidor pida un licor café o un licor de hierbas por el nombre de la marca», pronostica.
