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Las relaciones comerciales de la cadena agroalimentaria entre agricultores, ganaderos, fabricantes y cadenas de distribución están desde septiembre del 2014 bajo lupa. Fue entonces cuando comenzó a funcionar la Agencia de Información y Control Alimentario (Aica), que se encarga de velar para que todas las operaciones de compra venta cumplan con la Ley de la Cadena Alimentaria. Desde su puesta en marcha hasta diciembre pasado, la Agencia impuso 294 multas, un 22% de ellas en Galicia (65) y realizó 1.207 inspecciones.
Galicia es lider a nivel estatal en denuncias presentadas ante la Aica, con el 31% del total, y también en sanciones, con el 22%. Las 65 sanciones impuestas en Galicia derivan de solo 8 expedientes sancionadores, cada uno de ellos resuelto con multitud de multas por acumulación de infracciones.
Las causas más frecuentes de sanción por la Aica, dependiente del Ministerio de Agricultura, son por no respetar los plazos de pago, por no enviar la información requerida por la agencia o por ausencia de contratos de compra-venta.
Leche y vino
De las inspecciones realizadas en Galicia, un total de 67, la mayoría correspondieron al sector lácteo (44), seguido del vinícola (10). En 2015, la Aica inició un programa de control de oficio sobre los contratos en el sector vitivinícola. Hubo en toda España 31 inspecciones en bodegas y se les solicitó documentación a 425 viticultores.
En líneas generales, la distribución mayorista es el eslabón de la cadena alimentaria que concentra más incumplimientos de la ley, en tanto que el sector de frutas y hortalizas contabiliza el mayor número de expedientes sancionadores, aunque el sector lácteo es el que acumula más denuncias.
