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El Sindicato Labrego Galego anima al Ayuntamiento de Santiago y al resto de instituciones responsables de estos servicios en Galicia, especialmente a la Xunta, a trabajar y conseguir un consenso para que los alimentos comprados por la administración o por empresas contratadas por ella reúnan una serie de requisitos.
En concreto, la organización agraria pide que sean cocinados y producidos, en la medida del posible, en el entorno del centro donde se van a consumir o en Galicia; y con criterios de ecología y sostenibilidad en los métodos de cultivo, en su elaboración y transporte.
En Francia o en Italia ya se hace
El SLG asegura que “lejos de ser una utopía, son criterios que ya se están aplicando en algunos ayuntamientos y comedores escolar, asegurando así la calidad y frescura de los alimentos”. Recuerdan que “en países como Francia o Italia ya incluyen cláusulas en este tipo de contrataciones que hacen referencia al tipo de producto, a su frescura, a la raza de la carne, etc”. Es decir, requisitos indirectos que potencian el mercado local sin entrar en conflicto con la ley de competencia.
“Además -añaden-, al optar preferentemente por alimentos producidos localmente, creamos empleo y generamos riqueza en el entorno y en medio rural, apoyamos nuestros sectores productivos, conseguimos precios más justos para los agricultores al reducir el número de intermediarios, garantizamos la salud de nuestros hijos e hijas, y ahorramos cantidades ingentes de carburantes quemados en los transportes del cátering”.
Por último, el SLG recuerda que el Parlamento Europeo aprobó una directiva mediante la que se insta a los diferentes gobiernos de la UE a incluir criterios sociales, medioambientales y de cercanías en sus compras públicas
